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América Latina, ante el desafío de la banda ancha

La región todavía tiene un bajo nivel de penetración de accesos a Internet de alta velocidad, pero existe el potencial para crecer

«América Latina tiene una oportunidad enorme. El alto valor de las  commodities hace que haya mucha plata en los países de la región. Si se reinvierte en infraestructura y en tecnología de la comunicación, es posible que esta bonanza se convierta en crecimiento duradero», afirmó Jaime Valles, responsable para América Latina de Cisco Systems.

Según Valles, la región está frente al crucial desafío de mejorar las condiciones de conectividad y el acceso de la población a la banda ancha, que hoy, en promedio, llega al 3,5%. El país con mayor porcentaje de conexiones es Chile, con un 8,8%, y Argentina está segundo, con 6,6%, lo que representa más de 2,5 millones de accesos. «Los países más desarrollados tienen cerca de un 20% de penetración de banda ancha. Cisco tiene el reto de mejorar estos números», expresó el ejecutivo.

La empresa está en pleno proceso de expansión en la región con inversiones que el año pasado llegaron a 106.000 millones de dólares. De acuerdo con un documento elaborado por Cisco, muchos países latinoamericanos «muestran signos de tener mercados de tecnología de la información y la comunicación [TIC] avanzados, pero no crearon los mecanismos necesarios para obtener los beneficios que entrega la conectividad de banda ancha».

El informe es optimista acerca del futuro de los accesos a Internet y considera que están dadas las condiciones para un rápido avance de las conexiones de alta velocidad. «Buscamos acercamos a los países, a las empresas privadas y con un modelo de sociedad privada-pública precisamente con esa misión. Estamos muy bien económicamente, pero para movernos al mundo de la competitividad tenemos que hacer inversiones en infraestructura», agregó Valles.

Según indicó Paul Mountford, encargado del área de mercados emergentes, la decisión de volcarse a los países en desarrollo obedece al gran potencial de crecimiento que estos ofrecen. «La conectividad de alta velocidad es un facto clave que afecta la capacidad de los países para crecer y ganar competitividad», señaló. Robert Pepper, especialista en políticas tecnológicas de Cisco dijo: «Más accesos a Internet significan una mejor calidad de vida, de múltiples maneras. Las TIC pueden usarse para educación o para conectar a los productores rurales con los centros de comercialización».

No duda de que las nuevas tecnologías permitirán mejorar la vida de las personas. «La medicina es una de esas industrias que se mueven con la más alta y la más baja tecnología a la vez. Por un lado, se realizan cirugías con tecnología de avanzada, pero por el otro, las recetas están hechas sobre un papel a mano con una letra que nadie puede leer. Y nuestra vida depende de la habilidad del farmacéutico de leer correctamente la receta», explicó.

Así, se pregunta si no sería más lógico que la receta fuera ingresada en una base de datos con la historia clínica de los pacientes y que en la farmacia pudieran consultar qué medicamento recetó el médico, sin que exista posibilidad de error.
Redes confiables

Claro, que en estos casos surge el problema de la privacidad. La historia clínica de las personas es una de las informaciones más delicadas que existen. «Hay que lograr redes confiables y seguras, con íconos que nos indiquen que estamos ante sitios seguros. Uno no quiere que todo el mundo pueda leer su historia clínica, pero en una urgencia sería bueno que el médico tenga acceso a ella», reflexionó.

Para el especialista, hay acuerdos sobre qué es seguro en la Red y hay prácticas muy aceptadas dentro de la industria. Incluso hay íconos que indican cuándo una transacción es segura. «Yo sé que existen, pero el tema es que quizá mi hermana, no. Si se busca que haya una mayor aceptación de los negocios en Internet, eBay, Amazon y otras empresas deberían promover una educación para que la gente sepa cuál es un sitio seguro.

Pepper cree que es necesario comenzar a cerrar la brecha digital y que para eso son necesarias políticas públicas. «A veces, es difícil entender cómo se puede atender a este tipo de políticas cuando en América Latina aún no soluciona el problema del hambre. Pero pensémoslo de esta manera: si una persona tiene acceso a Internet, sus posibilidades de conseguir trabajo son mayores», manifestó. De acuerdo con Pepper, para cerrar la brecha digital es necesario pensar en otro modelo de negocios. «Hace cinco años todos decían que no había mercado para los celulares en Africa. Pero ahora, aun en los países más pobres la gente accede a esta tecnología.»

Incluso en América Latina, la telefonía móvil se expandió con rapidez y actualmente tiene el 11% de los celulares del mundo. El desafío está planteado: lograr que la banda ancha corra la misma suerte que los celulares.

Fuente: La Nación, Argentina