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Guerra de inversiones entre firmas de telecomunicaciones

En un hecho sin precedentes, una empresa extranjera destinará más recursos para la expansión de su red en México; Telefónica Movistar invertirá 600 millones de dólares contra los 550 millones de dólares anunciados por Telmex, destacó en su edición de ayer el diario financiero español Expansión.

Expansión aseguró que «en una demostración de fuerza (…) y como una presión para que el gobierno despeje su entrada a la televisión, Telmex ha amenazado con «reducir sus inversiones en el país para garantizar la rentabilidad del negocio, y despedir a casi la mitad de su cuadro de directivos, en total 4,000 empleados».

La publicación española afirma que dichas acciones al diseño de «una estrategia para enfrentar al gobierno de Calderón con la opinión pública mexicana», luego de que «el proceso de apertura al que le ha apostado desde su llegada al poder el presidente Felipe Calderón ofrecería nuevas garantías a Telefónica Movistar».

Además, destaca que Telmex ha comenzado a poner trabas a la de por sí «tímida» apertura a la competencia en las telecomunicaciones en México.

En un artículo de su edición de ayer, Expansión dijo que el enfrentamiento deriva de la posibilidad de Telefónica Movistar de ampliar su posición en el mercado mexicano.

En este sentido, mencionó que Telmex le ha apostado a la nueva regulación para comercializar video, basándose en el Acuerdo de Convergencia publicado por la Secretaria de Comunicaciones y Transportes en el 2006, y que obliga a la empresa a cumplir con la interconexión, interoperabilidad y portabilidad de números previo a la modificación de su título de concesión Sin embargo, «el gobierno mexicano, dado el potencial financiero de la compañía, ha retrasado esta posibilidad».

Recios enfrentamientos

Los orígenes del enfrentamiento entre Telmex y Movistar se remontan al sexenio pasado, cuando el aquel entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz condicionó la entrada de la telefónica mexicana al mercado de video con el pago de una contraprestación.

De ahí, en el 2007, ya como presidente de Movistar para México y Centroamérica, Gil Díaz denunció la negativa de Telmex por interconectar a Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas (GTM), filial de la española, mientras que Telmex declaró que GTM violaba los límites de inversión extranjera.

Fuente: El Economista, México