El presidente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial informó que las pérdidas por el uso ilegal de software ascienden a US525 millones al año, por lo cual a partir de febrero se intensificarán los operativos en el mercado informal y empresas
Las pérdidas económicas por el uso ilegal de software en el país ascienden a 525 millones de dólares al año, informó el presidente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Jorge Amigo Castañeda.
Según datos de Business Software Alliance (BSA), México se ubica en el onceavo lugar en la región de América Latina por el uso ilegal de programas informáticos.
El estudio muestra que una reducción de 10 puntos porcentuales en la tasa de piratería de software en el país, para ubicarla en 55 por ciento, contribuiría con dos mil 700 millones de dólares a la economía nacional y la creación de siete mil nuevos empleos formales.
Amigo Castañeda adelantó que a partir del próximo mes se intensificarán los operativos en el mercado informal y las empresas, a fin de detectar y dar a aviso a la autoridad correspondiente respecto al uso, distribución y venta de programas de cómputo ilícitos.
Destacó que la ley de propiedad industrial respecto a los programas de software, “se encuentra rebasada”, por lo cual es necesario hacer una revisión al respecto para dar certidumbre jurídica a los inversionistas nacionales y extranjeros.
Entrevistado al término de la ceremonia de premiación del Primer Concurso de Animación Digital, precisó que en los operativos participará personal de la Procuraduría General de la República (PGR), del Instituto Nacional del Derecho de Autor y el propio IMPI.
“Lo que se está planeando para el próximo mes de febrero es que todas estas instancias, conforme a las atribuciones que tiene cada una, actuemos en conjunto”, explicó.
Amigo Castañeda aseguró que con dichas acciones habrá más gente detenida y consignada en la cárcel, con base en el marco jurídico.
Finalmente, aunque reconoció que es grave el problema de la piratería en México, dijo que “precisamente por la dificultad para medirla no se puede decir si bajó o subió”.
Fuente: El Economista
