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Neblina Tarifaria (Columna de Ernesto Piedras)

Se ha identificado un problema asociado con la introducción de competencia, que pasado al castellano se puede denominar como Neblina Tarifaria (traducción de la expresión en inglés Foggy Pricing), que se refiere a los casos en que el consumidor enfrenta dificultades al contar con demasiadas opciones para su elección, como planes tarifarios y servicios.

Los servicios son cada vez más numerosos, porque además de las llamadas a teléfonos fijos y móviles, el usuario tiene el envío de mensajes escritos, consulta de saldo, grúa, diferenciación en las llamadas de larga distancia
entrantes y salientes, que hasta fechas recientes, antes de la entrada en vigor del esquema de El Que Llama Paga era complicada y posteriormente, a raíz del desacuerdo de algunas empresas en la industria se ha hecho punto menos que imposible de dilucidar. Con todo, se podría especular que la incertidumbre, la ignorancia de los clientes, o bien la complejidad de la estructura tarifaria y de servicios de telecomunicaciones, pueden llevar a las empresas a la
generación de ganancias extraordinarias.

Neblina e Ingresos Extraordinarios

Es común en Economía cuando se habla de un monopolio, hacer referencia a las ganancias económicas más que normales provenientes de un mayor precio. En contraste, se argumenta que la intensificación de la competencia entre los distintos operadores de servicios de telecomunicaciones expande el abanico de opciones para los consumidores, y a la vez detona los incentivos entre operadores para aumentar y mejorar su cobertura, variedad, calidad y condiciones tarifarias. Sin embargo, es precisamente esa complejidad de la oferta que hace más complicado para los consumidores comparar los precios entre servicios, paquetes y operadores, generando una suerte de Neblina Tarifaria. Si a lo anterior se añade la posibilidad de que los consumidores se equivoquen al elegir algún plan o paquete de servicios, el resultado es una gran variedad de complejas tarifas ofrecidas por las empresas. Más preocupante aun, si reparamos en que los consumidores no estamos acostumbrados a leer la «letra chiquita».

Y ¿qué pasa en el mundo?

En países como el Reino Unido, el brazo gubernamental responsable del comercio analiza actualmente los posibles beneficios de limitar el número de alternativas tarifarias ofrecidas, pero de antemano es de anticipar el efecto
pernicioso de una medida artificial en tal sentido. Investigaciones similares están en marcha en la India, Perú y algunos otros países.

Cabe preguntar, ¿por qué los órganos regulatorios buscarían restringir el número de opciones de los consumidores? Seguramente la solución a este tipo de temas rondará más bien en la región de generar una responsabilidad compartida: una industria cada vez más responsable y bajo condiciones de creciente competencia, a la vez que el consumidor cuente no solo con más información, sino con mejores y más sencillas herramientas de análisis para su toma de decisiones.

El mercado puede fomentar la competencia, disminuir los precios, aumentar la cantidad ofrecida, generar ahorros importantes al consumidor, pero mientras existan incentivos y no funcione eficientemente, será labor de la autoridad
vigilar en este sentido el desarrollo del sector.

Un buen ejemplo de órgano regulador actuando en pro del consumidor es la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), que para la elección de Afores ofrece en su página web www.consar.gob.mx una calculadora en la que se introduce información sobre el trabajador, como el salario mensual, edad, antigüedad en el sistema, Afore y saldo actual, y a continuación indica el fondo más redituable para el trabajador. Una calculadora análoga sería claramente útil para el mercado de telefonía móvil.

En México, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) da pasos importantes en servicios de telefonía fija, celular, radiolocalización e internet, la cual otorga a los usuarios el derecho a exigir que:

Los proveedores exhiban e informen el monto total a pagar y las tarifas, así como características, términos, condiciones, planes y cargos adicionales, -En la publicidad, los precios y tarifas señalen el monto total a pagar, incluyendo el IVA,En caso de promocionar de manera gratuita y por un plazo determinado servicios adicionales (que no fueron originalmente contratados, como seguros, revistas, detalle de facturación, etc.), una vez vencida la promoción, sea el proveedor quien los cancele automáticamente, salvo que se solicite expresamente continuar con el servicio adicional,Una vez contratado el servicio, se proporcione contrato o constancia que acredite la contratación. Si se contrata por teléfono u otro medio electrónico, deberán enviarse a más tardar en la primera facturación, un documento en el cual se describan los términos del servicio contratado, Si hay publicidad, ésta describa cuáles son las condiciones, términos y restricciones del servicio de manera clara, legible y sin contradicciones.

Una pregunta importante es si en México se continuará disipando la neblina que por momentos ha habido en el mercado. Un punto de aliento resulta de la evidencia encontrada en análisis aplicados al mercado de Estados Unidos, los cuales muestran que una estrategia de precios confusos no es sustentable ni rentable en el mediano plazo, sobre todo en presencia de cobertura plena de la población, ya que esto genera un efecto de mercado en el que los competidores simplificarán sus tarifas para atraer a los clientes provenientes de otras empresas.

Fuente: El Economista, Ernesto Piedras, Director General de The Competitive Intelligence Unit (www.the-ciu.net)