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Preocupa el fin de Estados Unidos como regulador de Internet

Estados Unidos, que hasta ahora funge como árbitro mundial de Internet al controlar el organismo que atribuye los dominios en la red, planea abandonar esta función a finales del año que viene, lo que abre un escenario cargado de incógnitas sobre el futuro de la red global.

La ICANN (siglas en inglés de Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números) está bajo control de la Administración estadounidense desde 1998 a través de un contrato con el departamento de Comercio, que expira en septiembre de 2015 y que la voluntad del gabinete que preside Barack Obama es de no renovar.

El escenario más catastrófico es que una ICANN sin supervisión haga ‘alguna locura’ y cree un sistema de dominios con el que no se pueda trabajar y que pueda llevar al colapso de la red. Pero eso es el peor de los escenarios, explicó en una entrevista el profesor especialista en Internet de la Escuela de Derecho de la Universidad del estado de Washington, Sean O’Connor.

La voluntad de Estados Unidos es renunciar al papel de supervisor de la ICANN que ha ejercido durante la última década y media para dejar paso a un sistema de gestión global, lo que pondría fin a las críticas que le llegan por monopolizar el control sobre un organismo que regula la red a nivel global.

La presión internacional sobre Estados Unidos llega sobre todo por parte de la Unión Europea, espoleada después de que el exanalista Edward Snowden revelase las polémicas prácticas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, pero también por parte de otras potencias mundiales menos cercanas a Estados Unidos, como China y Rusia.

Que países como China y Rusia, en los que la libertad de expresión no está plenamente garantizada, presionen para que Estados Unidos liberalice el control sobre los dominios de Internet ha levantado algunas dudas sobre sus intenciones.

Una ICANN independiente podría reflejar más valores globales. O podría caer en la corrupción y el caos, alertó el profesor O’Connor, quien, sin embargo, se inclina por apostar que lo más probable es que el resultado final sea algo intermedio.

Los responsables de Comercio estadounidenses aseguraron tras realizar el anuncio el pasado mes de marzo que consultarán a las partes involucradas en todo el mundo para estudiar la transición a un modelo en el que Estados Unidos deje de tener el control sobre la ICANN -con sede en California- y ésta pase a ser supervisada por algún organismo global o plurinacional.

‘No creo que Estados Unidos renuncie en ningún caso a sabiendas de que cualquier otro Gobierno podría apoderarse de esta supervisión. No es necesaria más supervisión que la de alguna institución como las Naciones Unidas o alguna de sus agencias como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO)’, dijo O’Connor.

La ICANN, una organización sin ánimo de lucro, gestiona los dominios, nombres y direcciones de Internet desde 1998, cuando le fue asignado el contrato del Gobierno estadounidense después de morir ese mismo año el informático de la Universidad del Sur de California Jon Postel, uno de los ‘padres’ de la red global y quien se encargó a título personal de estas tareas hasta el momento de su fallecimiento.

‘Será un cambio esencial’, apuntó el profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad del estado de Washington, que valoró como positivo de los años de supervisión de la ICANN por parte de Estados Unidos el hecho de que muchos gobiernos y el sector privado han tenido la seguridad de que el sistema de nombres en internet es justo y seguro, lo que ha permitido un uso extensivo de Internet.

Sin embargo, lo malo de estos años para O’Connor ha sido que este control por parte de Estados Unidos se pudiese percibir en algunos casos como «un nuevo ejemplo del imperialismo estadounidense que impone sus valores al Internet global».

Cabe destacar que, pese al dominio ‘de iure’ que Estados Unidos tiene sobre la ICANN a través del contrato por el que le asigna sus funciones, la intervención real del Gobierno estadounidense sobre este organismo ha sido muy escasa, por lo que la institución reguladora de los dominios, nombres y direcciones de Internet actúa como un organismo independiente.

EFE