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¿Recesión en las telecom? (Columna de Ernesto Piedras)

En las últimas semanas se han consolidado los indicadores que revelan el debilitamiento económico en Estados Unidos y han comenzado también a surgir sus efectos sobre la economía mexicana, si bien aun no sabemos si esto representará tan solo una desaceleración o bien una recesión, a cabalidad.

Después de conocer los datos sobre el pobre desempeño estadounidense, la Secretaría de Hacienda ajustó a la baja los pronósticos de crecimiento para nuestro país, de 3.7% a 2.8% para el 2008. Si bien es cierto que técnicamente aun no está en recesión la economía estadounidense (por definición es necesario mostrar crecimientos negativos en al menos dos trimestres consecutivos), dicha desaceleración impactará directamente a México y consecuentemente al sector de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información. La duda es, en cuánto.

Sabemos hoy que el ciclo mexicano está estrechamente vinculado al de nuestros vecinos del norte, así como al de otras economías emergentes. Nuestro desempeño se ha divorciado del ciclo de otras economías latinoamericanas, razón por la que casi nos enteramos por los periódicos de la más reciente y muy profunda recesión argentina, que en buena medida nos pasó casi desapercibida. En épocas previas al TLCAN, un tropiezo en el sur hubiera significado un descalabro en México. En este capítulo más reciente incluso representó, por cruel que suene, una externalidad positiva para nuestra economía, al venirse a radicar aquí algunos recursos de IED que no encontraron hospedaje en la economía argentina.

También vale la pena recordar que en la pasada recesión de Estados Unidos, en 2001-2002, no fue sino nueve meses después que sus efectos perniciosos permearon a nuestro aparato productivo. ¿Razones? La dinámica del ciclo interno, que pasaba por un periodo de auge; aunque contaron también la disponibilidad de crédito al consumo y el entonces novedoso despegue de promociones «a meses sin intereses».

También aprendimos en aquellos días que nuestros bienes y servicios exportables se han establecido como un sector integral y hasta básico (no de lujo, como presumíamos) dentro de los hábitos de consumo de ese país.

Ahora bien, ¿qué sucederá con las telecomunicaciones en México?

El sector de las telecomunicaciones se ha constituido como líder en la economía nacional y juega un papel vital para su desempeño. Sistemáticamente, año tras año, ha mostrado la capacidad para crecer entre tres y seis veces más de lo que lo hace la economía en su conjunto. Es también y cada vez más un sector transversal, en el sentido de que los servicios de telecomunicaciones son hoy un bien esencial de la función de producción de las empresas, en las fases de abasto de insumos, transacciones financieras, manejo de nómina, distribución, comercialización, etcétera, es decir, en el proceso completo de sus respectivas cadenas de valor.

Por otra parte, las recientes acciones regulatorias como «el que llama paga nacional e internacional», la próxima instrumentación de la portabilidad numérica a mediados del año, así como la consolidación de áreas de servicio local y las licitaciones de espectro por venir, dotarán al sector de la inercia necesaria para seguir creciendo en niveles por encima de la economía mexicana.

Los efectos sobre el sector de telecomunicaciones dependerán principalmente de la duración y profundidad de la desaceleración o, en su caso, recesión de la economía de Estados Unidos. En el año 2007, los ingresos del sector en su conjunto crecieron a una tasa de 11%, con tasas de 21% para el segmento móvil y de 15% para Internet.

El pronóstico original para el 2008 resultaba en una muy respetable tasa de 9%, que aun con los ajustes derivados del desempeño macroeconómico, dejará al sector de las telecom creciendo en su oferta y demanda por encima de 7%, tasa por demás envidiable para cualquier sector que se vea afectado por choques macroeconómicos negativos.

Fuente: El Economista, Ernesto Piedras, Director General de The Competitive Intelligence Unit (www.the-ciu.net