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Rompen esquemas en telefonía móvil

Hasta 500 mil dólares de su capital arriesgan por ganar la licencia de marcas extranjeras

A partir del próximo año llegarán al mercado mexicano nuevas empresas de telefonía móvil. Se trata de comercializadoras o revendedoras del servicio que darán fin a la etapa de venta masiva, cuyo objeto era que todos los habitantes tuvieran un celular, y darán entrada a una fase de especialización por segmentos.

“Se verá una efervescencia importante en la oferta del servicio de nichos, tal y como sucedió en internet, en donde se desataron gran cantidad de proveedores de aplicaciones y contenidos”, dijo Víctor Treviño, presidente de la Asociación Mexicana de Comercializadoras de Telecomunicaciones (Amcot).

Estas empresas son permisionarias, requieren de una licencia otorgada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y no invertirán en infraestructura para proveer su servicio, sino que arrendarán capacidad de los concesionarios establecidos, es decir, les comprarán grandes volúmenes de minutos a firmas como Telcel, Iusacell y Movistar y luego los revenderán a sus clientes bajo su propia marca y planes, por lo que son conocidos como Operadores Virtuales Móviles (OVM).

De esta forma, no se necesita ser una firma involucrada en el sector de las telecomunicaciones, sino que basta con que se tenga una buena base de datos de clientes, por ejemplo, para poder incursionar en el negocio de la comercialización de servicios de telefonía móvil, por ejemplo, las aseguradoras, los bancos, las tiendas de autoservicio, etcétera, explicó Juan Gómez, director de Telecomunicaciones de Everis.

Así sucedió en otras partes, como en Europa o Estados Unidos, países en donde este esquema ya tiene varios años de operación y ha redundado en mayor competencia y penetración, porque las comercializadoras podrán atender a nichos a los que no han llegado las telefónicas tradicionales, dijo.

El gran reto que enfrentan estos operadores es contar con una oferta diferencial para lograr aceptación entre los consumidores, ya sea en términos de precio, calidad, atención o innovación de servicios, advirtió Gómez.

“Cada consumidor intenta irse hacia lo que cubre sus expectativas, y en un mercado maduro en donde hay grandes jugadores se requieren ofertas diferenciadas hacia públicos concretos”, dijo.

El objetivo de los OVM es captar cada uno alrededor de 100 mil usuarios en el primer año de operación, por lo que si existen por lo menos 20 empresas de éstas entonces captarán un mercado de 2 millones de usuarios, dijo Treviño. “Si en los próximos cinco años se logra tener 5% del mercado significará que el esquema ha sido un éxito”, sostuvo.

Las posibilidades

De acuerdo con Treviño, los OVM pueden llegar a nichos específicos porque a diferencia de lo que sucede para los concesionarios tradicionales, a los que les cuesta muy caro establecer rutas especiales para esas llamadas, porque no son grandes volúmenes, a las comercializadoras es muy atractivo.

Algunos de estos nuevos operadores se dedicarán a proveer el servicio de transmisión de datos móviles y no integrarían voz en su oferta, por lo que revenderán sistemas de banda ancha para la población de los niveles socioeconómicos C y D, pues actualmente los esfuerzos comerciales de los operadores van dirigidos a los segmentos A y B.

Sin embargo, en los estratos de menor poder adquisitivo hay usuarios con una computadora, pero sin conexión a internet, por lo que un OVM puede ofrecerle la USB para acceso de banda ancha con esquema de prepago.

Otro nicho es el de los familiares de los emigrantes, pues aunque reciben las llamadas de sus parientes que se fueron a Estados Unidos, no pueden hablarles desde aquí porque el minuto de prepago para llamar al vecino país cuesta hasta 10 pesos, por lo que los OMV que se dirijan a estos segmentos pueden ofrecer tarifas menores.

También puede haber un operador virtual que atienda sólo a los extranjeros que vienen a vivir a México con paquetes para llamar a sus países de origen con precios muy atractivos.

Las ofertas para empresas medianas y pequeñas serán otra opción para los OVM, o bien los usuarios que viven en la frontera y que cruzan regularmente, pero que las llamadas les resultan caras por el pago del roaming. En este caso, la comercializadora puede hacer acuerdos de roaming con operadores para tener paquetes de tarifas más bajas. “El límite es la imaginación”, subrayó Treviño.

Solidez financiera para ser exitoso

José Otero, presidente de Signals Telecomm Consulting, dijo que el esquema de operador virtual ya existe en México con el acuerdo entre Telefónica y Maxcom para la oferta de servicios móviles, por lo que los operadores que ya estén presentes en el mercado de telecomunicaciones mexicano tendrán mayor éxito al momento de implementar este esquema con el objetivo de incrementar su cartera de servicios.

“Aquellos operadores que se constituyan como simples revendedores sin algún tipo de infraestructura tendrán mayores dificultades en alcanzar la masa crítica de clientes que le permita obtener un retorno de inversión positivo a corto plazo. Finalmente, el éxito dependerá del modelo de negocios a ser implementado por el operador virtual lo que abarca entre otras cosas: mercado objetivo, zonas de operación, montos de inversión, entre otros”, destacó.

Consideró que si los operadores virtuales son sólidos financieramente podrían especializarse en nichos sub-atendidos del mercado, por lo que en el corto plazo el impacto sería tarifas más atractivas que sirvan de incentivo para atraer a los consumidores.

“El principal reto que enfrentan estos operadores es depender de la infraestructura de otro operador. Por ejemplo, si sucede una falla técnica el operador virtual depende de la rapidez y eficiencia con la que el operador que le provee capacidad puede solucionar el problema. La otra dificultad será llegar a alcanzar una masa crítica de subscriptores que justifique la inversión para lanzar servicios por medio de acuerdos de reventa”, señaló Otero.

Regulación

Las licencias para operadores virtuales móviles fueron entregadas por la SCT apenas este año, pese a que las solicitudes se hicieron desde 2008.

Los operadores virtuales móviles no tienen un reglamento de servicio, como es el caso de los comercializadores de telefonía pública y larga distancia.

Sin embargo, hay un criterio del Pleno de Cofetel con el cual se les permite su operación, y se fundamenta en la Ley Federal de Telecomunicaciones.

Consultados respecto a si es necesario contar con un reglamento para los operadores móviles, Treviño, de Amcot, y Gómez, de Everis, consideraron que no, pues es suficiente con el marco actual para que estas empresas incursionen en el mercado. “La experiencia de otros países es que estos operadores funcionan de manera correcta sin regulación específica”, dijo Gómez.

Fuente: El Universal, México