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Samsung no para de crecer y ya le pisa los talones a HP

Las ventas bordean los US$110.000 millones anuales, pese a que muchos clientes también son sus rivales

Samsung Electronics Co. está cerca de alcanzar a Hewlett- Packard Co., la mayor compañía tecnológica del mundo por ingresos, un acontecimiento sorprendente para una empresa que algunos aún ven como un competidor de menor categoría que las empresas de electrónicos japonesas.

El gigante surcoreano ha escalado al nivel de la estadounidense H-P, que tiene cerca de US$110.000 millones en ventas anuales, adoptando una estrategia y una estructura similares a las de International Business Machines Corp. (IBM) durante su apogeo en los años 80, al fabricar tanto los componentes para los productos electrónicos como los propios aparatos de consumo. Aproximadamente un tercio de los ingresos de Samsung proviene de empresas rivales que también fabrican televisores, teléfonos celulares, computadoras, impresoras y cámaras. El resto de sus ingresos lo genera vendiendo esos mismos aparatos de fabricación propia.

No obstante, Samsung camina todo el tiempo por una línea fina entre sus intereses y los de otros fabricantes de electrónicos a los cuales les vende partes clave como chips de memoria y pantallas.

Esa tensión se hizo evidente el martes, cuando anunció planes para desarrollar su propio sistema operativo para celulares, llamado «bada», que significa «mar» en coreano. La decisión representa un desafío para la estadounidense Apple Inc., uno de sus mayores clientes de chips de memoria flash y pantallas, así como para Microsoft Corp. y Google Inc., también de EE.UU., que le proporcionan software para sus celulares.

Lee Ho-soo, un vicepresidente ejecutivo de Samsung, afirma que la compañía seguirá fabricando teléfonos inteligentes que usen los sistemas operativos Windows Mobile de Microsoft y Android de Google, pero que quiere tener la flexibilidad y el control que firmas como Apple obtienen al poseer también una plataforma de telefonía celular propia. «Creemos que tenemos que estar en múltiples plataformas con los teléfonos inteligentes y no podemos concentrarnos en sólo una», señaló Lee.

Para reducir las fricciones que pueden surgir de la competencia con clientes y proveedores, Samsung exige que cada una de sus divisiones rinda cuentas de su propia rentabilidad, financie sus propias necesidades de capital y negocie entre ellas en los mismos términos que con empresas externas.

«La gente observa nuestros negocios y ve una integración vertical. En realidad no lo es», dice David Steel, vicepresidente de estrategia de Samsung. «Es un portafolio de empresas de componentes y empresas de productos de consumo y, dentro de eso, no transigimos sobre la idea de que cada empresa es responsable de su propio éxito».

Aunque las divisiones de Samsung no se subsidian entre sí, los analistas dicen que a veces se benefician entre ellas. Por ejemplo, si hay una escasez de pantallas de cristal líquido, la unidad de Samsung que fabrica televisores puede seguir contando con recibir algunas. «Son famosos en la industria por su competencia interna», señala Paul Semenza, vicepresidente de la firma de investigación de mercado Displaysearch. «Pero pueden ayudarse entre ellas durante los respectivos extremos de los ciclos de negocios».

Desde hace años, Samsung ha sido el mayor fabricante de chips de memoria para computadoras y, en la última década, se convirtió en el líder en chips de memoria flash para otros aparatos. Hace tres años destronó a la japonesa Sony Corp. como el mayor fabricante mundial de televisores y hace dos años superó a Motorola Inc. como la segunda mayor empresa de teléfonos celulares después de la finlandesa Nokia Corp. Asimismo, pelea cabeza a cabeza con otra empresa surcoreana, LG Display Co., por el primer lugar en ventas de pantallas de cristal líquido.

Sin embargo, a diferencia de otros gigantes electrónicos, Samsung ha alcanzado estas posiciones sin grandes adquisiciones y operando sus propias fábricas en lugar de contratar fabricantes externos. Su gran tamaño le permite invertir enormes recursos en una innovación, como hizo en marzo cuando gastó US$50 millones para lanzar una línea de televisores con pantallas LCD ultradelgadas.

Samsung tiene alrededor de 164.00 empleados, frente a los 60.500 de hace una década. El presidente ejecutivo de la empresa, Lee Yoonwoo, les dijo recientemente a sus empleados que apuntaran a una nueva meta: US$400.000 millones en ingresos para 2020, casi el mismo nivel que el gigante minorista Wal-Mart Stores Inc., la compañía más grande del mundo por ventas. Durante la próxima década, Samsung hará incursiones en sectores como el de salud y el de productos de energía para el hogar y puede aprovechar algunas adquisiciones.

Los ingresos de Samsung en los primeros nueve meses del año fueron de US$82.400 millones. Para todo el año, estarán cerca de los US$113.000 millones que se espera que H-P reporte para su año fiscal que cerró el 31 de octubre. La diferencia entre los períodos podría ayudar a Samsung ya que este noviembre y diciembre probablemente serán mejores meses para las ventas de electrónicos que los del año pasado.

Fuente: The Wall Street Journal