Inicio Tecnología. ¿Se conjuran los temores de otra burbuja 2.0?

¿Se conjuran los temores de otra burbuja 2.0?

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El recuerdo de la burbuja.com ha despertado especulaciones y conjeturas que no necesariamente corresponden a una realidad actual que, aunque con algunas similitudes, tiene diferencias contundentes en la dinámica y solidez de un crecimiento del la industria tecnológica, que parece conjurar los temores.

El otoño e invierno del año 2000 fue una época fantástica, donde la opulencia y la abundancia superaban todas las expectativas, con un Wall Street incontenible, donde el NASDAQ era una fuente inagotable de ganancias que alimentaba un frenesí masificado.

Casi dos años después, el índice compuesto del NASDAQ perdió más del 75% de su valor máximo, provocando pérdidas generalizadas, no sólo financieras y económicas, si no anímicas y aspiracionales, creando un ambiente de derrota y desasosiego.

En Estados Unidos, el gasto en tecnología de las empresas había crecido a una tasa compuesta del 13% de 1995 al 2000, antes de caer a menos del 3.5% en los siguientes tres años.

Ahora en la actualidad, el propio NASDAQ se encuentra en un nivel histórico, donde las fusiones y adquisiciones proliferan; las nuevas inversiones buscan oportunidades; aparecen nuevos mercados; la innovación es una constante que alimenta un consumo insaciable de novedades, con la nube y la movilidad dentro de la llamada tercera plataforma que está generando cambios históricos en la oferta de soluciones digitales liderada por las empresas tecnológicas.

En fin, ‘todo el mundo’ quiere subirse de algún modo al tren de la tecnología, donde la nube y la movilidad son los fenómenos en los que las empresas tecnológicas han concentrado sus recursos.

El acceso a Internet ha hecho de los smartphones unos dispositivos personales y de trabajo de gran valor; al tiempo que el aprovechamiento de los servidores remotos ha dado a los desarrolladores la capacidad de procesamiento para construir y ofrecer servicios digitales de última generación.

Un aporte de gran relevancia es la nube, que gracias a su arquitectura ha cambiado el esquema de gasto en tecnología para las empresas, orientándolo hacia el pago como servicio. De esta manera, ‘se convierte, lo que había sido una inversión de capital, en gastos de consumo que se extienden en el tiempo’, comenta el vicepresidente de Investigación de Forrester, Andrew Bartels.

La restricción relevante de la nube ha sido la seguridad en las grandes empresas, ‘como si la nube fuera más peligrosa que los sistemas existentes’, comenta James McQuivey, analista de Forrester.

Por su parte, la demanda de productos y servicios de tecnología se espera que aumente significativamente. Howard Rubin, Presidente de Rubin Systems, señala que el gasto en tecnología en todo el mundo ha llegado aproximadamente a 5,000 millones de dólares, casi el 10% del PIB mundial y más que el PIB de cualquier país, excepto Estados Unidos y China.