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Social computing, el futuro de la colaboración empresarial

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Social Computing, el futuro de la colaboración empresarial

Casi la mitad de los empleados ya utilizan las redes sociales con fines de trabajo y los departamentos de TI aún continúan subestimando su relevancia en la colaboración empresarial

En el entorno competitivo actual, los modelos de colaboración tienen un impacto directo en la eficiencia, innovación y crecimiento de las organizaciones. El reto más grande al que se enfrentan las empresas es la construcción efectiva de equipos con los conocimientos adecuados y que puedan compartir la información, sin importar el departamento al que pertenezcan o el lugar donde se encuentren.

Con el talento humano esparcido alrededor del mundo, el flujo libre y transparente de información está en riesgo. Es en este punto donde el cómputo social se presenta como una oportunidad para resolver ese nuevo panorama, mediante no solo la redefinición de cómo la gente crea y comparte información, sino también borrando los límites tradicionales del negocio con transparencia y colectividad.

En los últimos años, las redes sociales se han convertido en la más innovadora y disruptiva tendencia en internet, modificando la manera en que interactuamos y nos comunicamos. Este fenómeno poco a poco ingresó en las organizaciones. Comenzó con la integración de redes sociales a las estrategias de comunicación corporativas con el fin de compartir información con sus clientes. Sin embargo, en la actualidad los trabajadores utilizan estas aplicaciones sociales en su comunicación interorganizacional.

Es un hecho que esta tendencia seguirá cobrando impulso y penetrando a mayor velocidad. El estudio ‘Consumerization of IT’, realizado por IDC a encargo de Unisys, muestra que casi la mitad de los trabajadores (44%) emplean redes sociales para la comunicación con clientes y con compañeros de oficina; mientras que los departamentos de TI siguen subestimando el uso de estas herramientas con fines de negocios con un 28%, lo que deja ver la amplia brecha de lo que las TI creen que está sucediendo y lo que realmente ocurre en la empresa.

“El cómputo social es una importante plataforma estratégica que permite mejorar la gestión del conocimiento y la colaboración”, indicó Diana Gómez, directora general de Unisys México. “Ahora el reto es de las organizaciones para integrar estas herramientas adecuadamente tanto horizontal como verticalmente a sus políticas, procesos y transacciones,  así como garantizar la seguridad de la información”. 

Habilitando la ‘empresa social’ segura

Los modelos tradicionales para la gestión del conocimiento se han enfocado a lo largo de los años en documentos repositorios de ‘lluvias de ideas’, que suelen quedar rápidamente desactualizados o extraviados, y el costo de actualizar y mantener el repositorio de conocimiento simplemente resulta difícil de sostener. En consecuencia, las organizaciones necesitan desarrollar estrategias integradas que les apoyen a maximizar el valor y difundir el conocimiento de manera oportuna.

De forma contraria a la gestión tradicional, un enfoque de cómputo social reside en una inteligencia colectiva organizacional que proporciona respuestas justo en el momento en el que se requieren y permite trabajar en conjunto a través de comunidades, en un espacio virtual compartido y siempre conectado, dando lugar a la diseminación rápida y automática de contenidos críticos del negocio. Además, esta estrategia de cómputo social debe tener como objetivo mejorar la comunicación y coordinación en otros niveles, desde pequeños equipos de trabajo hasta involucrar a toda la organización.

Unisys, por ejemplo, cuenta con una red social interna, My Site, donde sus empleados  pueden compartir experiencias, conocimientos sobre sus áreas de expertise y crear redes de relación entre profesionales de la empresa en el mundo entero. My Site cuenta con el recurso ‘Ask me About’, donde los mismos empleados pueden contestar preguntas de otros compañeros incluso si se encuentran en otro país. Durante los primeros 18 meses de su implantación, My Site fue utilizado por 15 mil de los 23 mil empleados de Unisys alrededor del mundo.

“La agilidad en el aprendizaje organizacional es un diferenciador competitivo vital, al permitir a las empresas reaccionar rápidamente a los requerimientos de clientes actuales o potenciales. La modernización de aplicaciones empresariales para conectar la colaboración con los procesos y transacciones, permitirá obtener beneficios tangibles en la productividad y valor con el cliente”, agregó Gómez.

Sin embargo, las empresas deben poner especial atención a las redes abiertas tales como Facebook y Twitter, ya que debido a su popularización y a la falta de una red social interna, los empleados se están valiendo de éstas para compartir y obtener información. En el estudio de Unisys – IDC antes mencionado resalta que se duplicó el número de iWorkers que emplean Facebook con fines de trabajo, pasando de 8% el año pasado a 20% este año; mientras que Twitter pasó de un 9% de utilización a un 13%.

Pero el potencial del cómputo social en la empresa no se limita a la gestión horizontal del conocimiento; un entorno colaborativo de negocio es más efectivo cuando está directamente relacionado con escenarios y procesos verticalizados, esenciales en el negocio. En este punto, el cómputo social sintetiza el comportamiento social y los sistemas computacionales, creando un poderoso flujo de trabajo colaborativo que se extiende transaccionalmente en sistemas de misión crítica para ofrecer verdaderos beneficios.

El reto, como siempre, con los sistemas transaccionales es garantizar que el acceso a la información sea seguro. En el caso de redes sociales privadas, esto se puede alcanzar mediante sistemas de autenticación y capacidades de autorización existentes con la finalidad de controlar quien tiene acceso a ciertos datos.

En el caso de redes públicas, la seguridad de la información se puede lograr a través de herramientas basadas en la web como autenticación de usuario, encriptación y tecnologías para el control de accesos. Invariablemente, las medidas antes mencionadas necesitan estar soportadas por un gobierno de la información sólido, adecuadas políticas corporativas y formación de los empleados para que se haga un uso correcto de dichas aplicaciones.

“Abordar de manera integral las cuestiones de ‘habilitación social’ horizontal y verticalmente, la seguridad de la información, así como las políticas y gobierno, será clave para lograr el éxito y liberar todo el potencial del social computing en la empresa”, finalizó la directiva.

Fuente: Unisys