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Telecom Italia tendrá que dejar la convergencia

La firma de Marco Tronchetti Provera se concentrará en banda ancha y medios

El teléfono Unico de Telecom Italia es el ejemplo perfecto de cómo los alguna vez tecnológicamente disímiles mundos de la telefonía móvil y la telefonía fija pueden ser ahora conjugados para ofrecer a los consumidores un equipo bastante útil. En casa, Unico es un teléfono portátil que se conecta a la línea doméstica. Afuera, funciona como un celular en una red móvil.

Pero reguladores de telecomunicaciones han decretado que, por ahora, sólo un máximo de 30 mil italianos tendrán permiso de probar un Unico, y posiblemente sólo por seis meses. TI buscaba hacer un gran lanzamiento hace seis meses y, en su lugar, un Unico limitado ha salido a trompicones de la puerta mucho después de lo programado. A los reguladores les preocupa que el antiguo monopolio obtenga una ventaja injusta al ofrecer productos que sus rivales tendrían dificultades para igualar.

Por lo tanto, Unico es parte de la que quizá sea la razón menos mencionada y más frustrante detrás del extraordinario anuncio sobre la reestructuración de TI hecho ayer. La convergencia de la telefonía móvil y la fija ha sido el «mantra» de la compañía por dos años. Por varios motivos, incluyendo la regulación, esto no se ha logrado con la rapidez y la dimensión pronosticadas. En marzo de este año, TI informó que el aumento de los ingresos se frenaría en 2008 y los márgenes se mantendrían sin cambios en el mismo periodo.

Esto se presentó a pesar de que la compañía se volvió más eficiente a nivel interno. Compartir funciones de manera limitada había permitido a su filial de telefonía móvil recortar los costos combinados en 3 mil millones de euros -3 mil 800 millones de dólares (MDD)- entre 2001 y 2003. Se tenía programado un recorte adicional de mil 700 mde entre 2005 y 2007, procedente en parte de una pérdida neta de mil 500 empleos.

Ahora la convergencia está siendo reemplazada. La compañía se concentrará en banda ancha y medios, y podría vender parte o la totalidad de su red y su negocio de telefonía móvil.

Marco Tronchetti Provera, presidente de TI, ha tenido desde hace tiempo la esperanza de ser visto como titular de una compañía de medios, aunque sin tener que vender las actividades no relacionadas con los medios de la firma. En marzo dijo al FT que «tarde o temprano, cuando la agitación por la regulación, la telefonía por internet (y otros cambios) haya cesado, el mercado entenderá que hemos seguido aumentando nuestra productividad y aplicado un múltiplo distinto (a nuestros títulos)».

Pero ni la adivinación ni la paciencia han sido virtudes de Telecom Italia. Tronchetti, como presidente de la compañía de llantas Pirelli, pagó un precio excesivamente alto por TI en 2001, en una operación muy apalancada. Desde entonces ha tenido que observar el complicado entrelazamiento de obligaciones financieras, deuda, dividendos y tasas de interés.

En marzo de 2004 Tronchetti dijo que un acuerdo para comprar la mitad del negocio de telefonía celular de Telecom Italia que aún no era de su propiedad no tenía sentido desde el punto de vista estratégico.

En diciembre de ese año, debido en parte a que pudo hacerlo sin poner en riesgo la calificación de crédito de la compañía, lanzó una oferta de 20 mil mde para incorporar totalmente Telecom Italia Mobile a la compañía, argumentando que «se necesita una reorganización para captar íntegramente, en momentos de importantes cambios tecnológicos, los beneficios de la integración entre plataformas y servicios y para garantizar una estrategia de administración de los negocios consistente».

TI es sólo una más que cambia de estrategia, pero analistas indicaron que Tronchetti podría tener que fortalecer su credibilidad. Morgan Stanley indicó ayer que «la administración corre cierto riesgo en cuanto a su reputación al abandonar la convergencia poco más de un año después de la culminación de la compra de TIM».

No obstante, otros coinciden con Tronchetti en que se necesitaba algo radical. La familia Benetton, famosa por su compañía de ropa, fue socio en el acuerdo de 2001 y ha visto como su inversión de mil 500 mde se ha reducido a un tercio de su valor.

Ahora, los Benetton al menos recibirán algo de dinero si se paga a los accionistas de TI un dividendo especial por la venta de activos como TIM.

Y aunque no se ha tomado una decisión formal sobre la venta de activos, Tronchetti probablemente tendrá, después de todo, la oportunidad de manejar una compañía de medios.

Fuente: El Universal, Adrian Michaels