Nos encontramos en una revolución silenciosa, liderada por las economías de más rápido crecimiento alrededor del mundo. Las barreras para el comercio global nunca fueron tan bajas, ni la comunicación había sido tan simple, conduciendo reformas políticas, transparencia cultural o progreso social – y una ola de creación de riqueza.
¿Qué genera este progreso? El Internet, claro está.
Sin embargo, si mira más de cerca, es también atribuible al endoso de la libertad tecnológica, la cual es especialmente entusiasta en los mercados en desarrollo.
La palabra “libre” tiene diferentes significados- en el área de tecnología, describe una filosofía que rechaza las dependencias propietarias exportadas por gigantes tecnológicos en naciones desarrolladas. “Libre” incluye colaboración, apertura y estándares – este último sin regalías o riesgo de reclamación de patentes.
Con el dominio de genios e idealistas, tales comunidades de tecnología libre y abierta han tomado su lugar en todas partes, y hoy en día afectan a las tecnologías utilizadas para escribir y archivar la legislación, registrar y distribuir noticias y entretenimiento, e incluso de cómo se maneja la procuración en agencias federales masivas.
Ya no son solo estudiantes activistas quienes conducen la libertad de la tecnología, las legislaturas alrededor del mundo promueven el futuro de su sistema político, la evolución de los mercados mediáticos y la capacidad de construir riqueza para sus ciudadanos, a través de la red global. Se han dado cuenta de que el progreso recae en la voluntad y la habilidad de tomar una posición en los estándares de la tecnología y el software de código abierto.
La firma de investigación Gartner, proyecta que en el 2012, el 90 por ciento de las compañías del mundo utilizará software de código abierto. Si observa al mundo de hoy, nuestra opinión es que el uso de este software es ya un hecho: empresas en India, China, Europa del Este, Sur y Centro América utilizan principalmente software de código abierto para crear mayor riqueza.
Pero esto no es solo una tendencia corporativa. Por ejemplo, si observan al presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva: impaciente por eliminar el ya conocido gap tecnológico entre Brasil y las economías más desarrolladas, encabeza a través de su gobierno, un movimiento nacional en pro de estándares abiertos, junto con el software gratuito y de código abierto.
Los resultados: más del 70 por ciento de las empresas brasileñas utiliza software de código abierto, una robusta economía de software doméstico, y decenas de millones de brasileños involucrados– abriendo cuentas bancarias en línea, creando negocios en Internet, y participando en los procesos políticos y electorales, muchos por primera vez.
Tan solo en China e India, hay más de un millón de desarrolladores de software. Muchos de ellos, no pueden pagar las licencias de uso de tecnología de punta, así que buscan el equivalente de código abierto, tal como lo es MySQL, Ubuntu, linux, OpenSolaris, Java y OpenOffice.org.
Usando estos recursos, el mercado global se abre ofreciendo más trabajos y la oportunidad de crear más negocio, utilizando la misma tecnología que acciona Sun Microsystems, Google y Amazon.
Para dar un número más certero, OpenOffice.org es una suite de productividad de oficina gratuita utilizada por aproximadamente 100 millones de usuarios en el mundo, con una gran concentración en países en desarrollo. Muchos gobiernos, incluyendo Sudáfrica, India, y Malasia, han adoptado el formato del documento abierto de Open Office, el cual les ayuda a reducir costos y asegurar material importante de ahora en adelante.
¿Pero quién en el mundo puede construir un negocio entero o, incluso, una economía en código abierto? El alcance de Internet se está separando, por lo que código abierto se convierte en la fundación de los modelos comerciales más sofisticados (y lucrativos) del mundo. Desde la búsqueda gratuita (Baidu) hasta las redes sociales gratuitas (Xiaonei o Minglebox); desde noticias gratis (Sina.com) hasta software gratuito (Sun Microsystems), gratis y abierto es un camino de dos vías. Hay una razón por la cual todos apreciamos las palabras libre y abierta cuando les añadimos la palabra “mercado”.
Los mercados más grandes del mundo están emergiendo antes de nosotros- haciendo uso de tecnologías libres y abiertas y dirigidos por aquellos que tienen menos que gastar y más que ganar de la expansión global. A tal efecto, recientemente se declaró el día de la libertad del software (20 de septiembre), representando no sólo los ideales de apertura y libertad, sino también la dirección hacia la que se dirigen las economías mundiales.
Ya sea un empresario, desarrollador, profesor, estudiante, consumidor o líder de algún gobierno, el Internet le permite participar directamente en ampliar las oportunidades económicas, acelerar el progreso social y lograr la eficiencia del mercado. Las oportunidades están por todas partes. Únase.
Por Jonathan Schwartz, CEO de Sun Microsystems, Inc.
