Los próximos 12 meses traerán –sin duda– grandes desafíos, y las organizaciones deben tomar medidas para mitigar su impacto, así como estar bien posicionadas para asegurar el crecimiento futuro.
Por ello, Fujitsu define cuáles son los 10 elementos que las compañías deben proteger si quieren convertirse en una organizaciones seguras y preparadas para un futuro inmediato y altamente cambiante.
1. Teletrabajo
La proliferación del trabajo desde casa ha aumentado drásticamente la superficie de ataque y ha obligado a muchas organizaciones a acelerar sus estrategias digitales. Los empleados se han visto obligados a cambiar sus hábitos y patrones de trabajo, y esto aumenta la llamada superficie de ataque, especialmente cuando se utilizan dispositivos personales para conectarse a los recursos de la empresa, y por ataques como el phishing.
Hoy, las organizaciones deben, no solo proteger, sino educar a sus trabajadores y alertarles frente a este tipo de ataques.
2. Equilibrio entre la seguridad y la experiencia del usuario
La pandemia de COVID-19 ha cambiado el comportamiento de los usuarios en términos de cómo se comunican, trabajan, consumen y pasan el tiempo libre. Un tema común a todos estos cambios y nuevas demandas, es que se requieren de identidades digitales.
La sofisticación de cómo las organizaciones las usan, manejan y protegen aún no ha alcanzado la llamada nueva normalidad, porque para muchos, estos controles de seguridad tienen un impacto negativo en la experiencia del usuario, ya que consideran que la seguridad es complicada, engorrosa y consume mucho tiempo.
En consecuencia, la frustración hace que los usuarios abandonen un servicio o pasen por alto los controles de seguridad. Hoy, nadie duda que es más necesario que nunca, proporcionar una sólida experiencia al usuario de forma segura y fiable.
3. Evaluar gasto y riesgo
Muchos equipos de seguridad entrarán en 2021 con presupuestos reducidos debido al impacto de COVID-19. Esto requerirá una cuidadosa evaluación de las prioridades de gasto, sobre qué inversiones desarrollar y tomar decisiones sobre los puntos en los que centrar sus fuerzas, aceptando un mayor riesgo.
4. Nueva vida para los ataques ransomware
Estos ataques están destinados a crecer en escala y sofisticación, a lo largo de 2021. Ya se ve de manera clara un aumento en el número y en sectores del mercado que antes no se habían explotado, como el de la salud. La naturaleza de los daños también está cambiando, como en el aumento de la extorsión.
Además, ante un mayor uso de la tecnología de Inteligencia Artificial en los ataques de rescate, la IA será parte del problema. Aunque es justo decir que también ofrece parte de la solución, ya que continúa desarrollando mayores capacidades para detectar y marcar comportamientos sospechosos.
5. Los ataques de desinformación
Los ciberdelincuentes, aprovechando los temas de actualidad como el Brexit, las elecciones y COVID-19, han lanzado ataques de ingeniería social diseñados para aprovechar e incluso crear pánico y miedo.
En 2021, se verán nuevas ideas para dirigirse a empresas e individuos, centrándose en temas relacionados con la pandemia como vacunas obligatorias, pasaportes sanitarios, pruebas masivas y cierres. Habrá mucha desinformación y se esperan ataques multisectoriales por parte de bandas criminales. Algunos países ya están probando el uso del aprendizaje automático para defenderse de las campañas de desinformación.
6. La seguridad se ve comprometida mientras se preserva la privacidad
Un punto importante son los DNS o Sistema de Nombre de Dominios sobre HTTPS, que se convertirán en un vector de ataque común, tanto en Internet como en redes privadas. Un tema difícil, ya que es una característica estándar de los principales navegadores web como Google Chrome, Mozilla Firefox y Microsoft Edge, y efectivamente los controles de seguridad no pueden analizar las solicitudes de los sitios web.
De ahí que las organizaciones deben evaluar cuidadosamente si habilitar esta característica en los dispositivos corporativos y considerar la nueva dinámica de la oficina por el de un número cada vez mayor de trabajadores que se conectan desde sus hogares en dispositivos personales a la infraestructura y los servicios corporativos, lo que aumenta la oportunidad de este tipo de ataque.
7. 5G abrirá rápidamente más potenciales vulnerabilidades
A medida que la tecnología 5G madure y las empresas de telecomunicaciones continúen desplegando estas redes, también aumentarán los problemas de seguridad y se convertirá en una preocupación a nivel nacional.
No se pueden ignorar las oportunidades que ofrece el 5G, pero se debe adoptar una mentalidad de seguridad por diseño, al explorar la mejor manera de utilizar esta nueva red.
8. Preocupaciones de seguridad para Internet de los comportamientos
Internet de las Cosas (IoT) ha impulsado la innovación en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo, IoT explotó sin un marco de seguridad sólido. Por ello, debemos acompañarla de profundos controles de privacidad de datos, que deben evaluarse desde el principio y no a posteriori, para que podamos confiar en que los mismos datos no se utilicen de forma nefasta y sean objeto de amenazas por parte de los agentes.
9. Golpear donde más afecta
Los ataques dirigidos a características específicas de determinadas industrias seguirán siendo grandes oportunidades. El número de estos ataques contra automóviles conectados ha aumentado considerablemente en el último año, al igual que en las plantas de fabricación y servicios públicos.
Los sistemas de Tecnología Operacional (OT) han experimentado un crecimiento porcentual de cuatro cifras debido a que tienen controles de seguridad menos maduros y muchos de ellos pueden afectar directamente a las operaciones de una organización.
En el lado positivo, cada vez más las organizaciones reconocen el valor de la computación en nube como un medio confiable para brindar seguridad de OT a lugares donde no es práctico o factible un despliegue físico, y esto será la clave.
10. Centrarse en las nubes no es igual a estar libre de amenazas
La protección de nubes de múltiples capas adquirirá una nueva importancia en 2021. A medida que las organizaciones se mueven hacia un futuro centrado en cloud, habrá continuos intentos de interrupción para obtener beneficios monetarios, de propiedad intelectual o políticos.
Estos ataques pueden paralizar a las empresas en plazos muy cortos, y el impacto financiero ha hecho que las empresas estén dispuestas a pagar un rescate por sus datos o a volver a poner sus servicios online.
Esta tendencia es motivo de preocupación, y la protección de la nube de múltiples capas debería ser un área de enfoque para muchas empresas en 2021, ya que equilibran la digitalización y la seguridad.