Tres factores van a caracterizar la evolución tecnológica necesaria para un mundo verdaderamente inteligente y conectado.
En primer lugar, la informática estará en todas partes y en todas las cosas. Más de 50 billones de objetos y dispositivos deberán conectarse antes de 2020, además de más de 200 billones de sensores conectados – todos generando gran volumen de datos.
El segundo factor que formará el futuro tecnológico –capacidad de cálculo, análisis y almacenamiento de información distribuidas en el tejido de la red– convierte las cosas conectadas y los datos en ideas significativas que ayudan a tomar mejores decisiones, más rápidas y mucho más cercanas al dispositivo periférico.
Por ejemplo, en apenas milisegundos, dos vehículos autónomos serán capaces de detectar una posible colisión y comunicarse directamente entre sí para prevenir un accidente. Los primeros auxilios utilizarán datos e impresiones de sensores incrustados en sus uniformes y en el ambiente alrededor de ellos para combatir incendios más eficientemente y ayudar a salvar más vidas.
La conectividad omnipresente entre las cosas, a través de la red y la nube es el tercer factor que formará el futuro de la tecnología.
5G es la próxima generación inalámbrica que va a liberar el potencial de miles de millones de cosas, dispositivos y de los datos que se van a generar para proporcionar nuevas experiencias increíbles.
La conectividad 5G será fundamental para conectar todo lo que nos rodea y alimentar continuamente el ciclo virtuoso de crecimiento de la industria. Para construir esta fundación, necesitamos redes más rápidas, más eficientes e inteligentes.
La interconexión de los tres factores será el agente de cambio en la próxima era de la informática. No se trata sólo de reformular cómo nosotros, como industria, diseñamos, desarrollamos y construimos, sino también cómo nos asociamos y con quienes nos asociamos – una verdadera ilustración de la idea de que el futuro es lo que hacemos juntos.
Fuente: Intel