Las administraciones públicas tienen fama de contar con procesos tediosos y plataformas obsoletas para realizar cualquier tipo de gestión digital. Existen al menos cuatro barreras que la administración pública debe atender para conseguir ser 100% digital.
En el caso de España, que se encuentra en un proceso de transformación digital, solo el 30% alcanza un nivel muy avanzado, como lo indica la consultora Entelgy, que analiza los principales retos a los que se está enfrentando la administración pública en ese país a la hora de digitalizarse.
Desde el pasado mes de enero, el gobierno de España dio los primeros pasos para tratar de conseguir una digitalización de la administración pública, con la creación de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.
La consultora considera que la administración debe establecer ‘un plan estratégico con objetivos ambiciosos y claros, y especialmente tratar de llegar a un acuerdo para que la hoja de ruta se mantenga’.
1. Falta de personal especializado en digitalización
Esta deficiencia está siendo una barrera para desarrollar la administración electrónica de forma más eficiente. Actualmente, el 67% de las instituciones en España han tenido que contratar profesionales externos relacionados con el proceso de digitalización, porque solo un tercio de ellas tienen personal propio cualificado.
Entelgy indica que el problema es especialmente grave en el ámbito de los especialistas en ciberseguridad.
2. Facilitar a los empleados el uso de nuevas herramientas digitales
Según cifras del Ministerio de Administraciones Públicas, tres de cada cuatro trabajadores públicos tendría más de 40 años, lo que hace necesario que se invierta en su formación. ‘Si no se contrata personal especializado o no forman aquellos trabajadores que ya tienen, cierta especialización, será imposible que le dije en el ADN de la administración’, apunta la consultora.
3. Adoptar las tecnologías emergentes
Actualmente, existen tecnologías que podrían ayudar a que la administración pública sea más ágil, más intuitiva y más útil para el usuario, como la inteligencia, la biometría o blockchain.
4. El ciudadano debe ser el centro de la estrategia
Al igual que un cliente lo es de una empresa, el ciudadano debe ser el centro en los esfuerzos de la administración pública, ya que, según un estudio de IDC Research Spain, el 23% de los 1,497 millones de euros que invirtieron las empresas en procesos de digitalización durante 2019, se destinaron a la transformación de la experiencia del cliente.
