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82% del personal médico en México ya usa IA, pero con infraestructura obsoleta

El uso de inteligencia artificial en salud en México supera el promedio global, pero el rezago en sistemas tecnológicos heredados limita su impacto y genera vulnerabilidades críticas en la protección de datos clínicos

La adopción de inteligencia artificial (IA) en el sector salud en México avanza a un ritmo acelerado, sin embargo, esta transformación digital se ve obstaculizada por sistemas tecnológicos heredados que generan riesgos operativos, afectan la interoperabilidad y exponen información sensible.

De acuerdo con el informe El dilema digital en salud: la presión para innovar y los riesgos silenciosos, elaborado por SOTI, el 82% de los trabajadores de la salud en México ya emplea herramientas de IA en la atención a pacientes, cifra superior al promedio global.

En particular, el 64% de los profesionales en México utiliza IA para actualizar historias clínicas, frente al 60% global. El mismo porcentaje, 64%, la emplea para procesar y analizar datos médicos, mientras que el 41% la usa como apoyo en diagnósticos, frente a un 40% a nivel internacional. No obstante, la infraestructura obsoleta limita el impacto positivo de estas aplicaciones.

El 39% de los encuestados en México indicó que los sistemas legados han incrementado la vulnerabilidad de las redes frente a ataques informáticos, además de consumir un volumen significativo de tiempo en la resolución de incidencias. El 35% reportó que estas limitaciones han obstaculizado la integración de los registros médicos electrónicos (EMR), y el 49% reconoció que sus organizaciones operan con tecnología anticuada. El 55% considera que la incorporación de más dispositivos móviles interconectados permitiría mejorar la calidad de la atención médica.

En cuanto a la seguridad de la información, el 87% del personal de TI en México manifestó preocupación sobre la protección de datos al momento de desechar dispositivos móviles. A su vez, el 71% identificó como un reto importante la implementación de EMR, lo que revela problemas persistentes en la transición hacia modelos digitales integrados.

Estos hallazgos se alinean con tendencias globales: el 59% de las organizaciones de salud encuestadas en todos los países incluidos en el estudio reportó interrupciones operativas derivadas de fallos tecnológicos, mientras que el 45% consideró que los sistemas heredados incrementan la exposición a ciberataques. En Canadá y Australia, el 53% expresó preocupación sobre la seguridad en el uso compartido de dispositivos móviles, una situación similar a la reportada por el 43% de los profesionales mexicanos.

El informe también destaca que el 96% de los líderes de TI a nivel global enfrenta desafíos relacionados con la integración de dispositivos de telemedicina y tecnología IoT dentro de sistemas tecnológicos obsoletos. A pesar de que la telemedicina contribuye a mejorar la eficiencia en el acceso y la gestión del tiempo, el 65% de las organizaciones todavía emplea plataformas no integradas. En México, los trabajadores de salud indican que dedican un tiempo considerable a resolver problemas técnicos, en detrimento del tiempo destinado a la atención directa de pacientes.

Respecto al uso de dispositivos móviles, México presenta cifras mixtas. El 92% de los trabajadores utiliza computadoras portátiles, superando el promedio global del 88%. No obstante, el uso de tabletas alcanza el 76%, por debajo del 79% global. Las impresoras móviles son utilizadas por el 53% de los encuestados en México, frente al 62% mundial, y los escáneres portátiles por el 44%, frente al 49% global. Estas diferencias reflejan deficiencias en interoperabilidad y gestión de dispositivos que afectan la eficiencia operativa.

El informe concluye que el ecosistema digital en salud en México enfrenta una disyuntiva estructural. Aunque la adopción de tecnologías avanzadas como la IA representa un paso significativo, esta no puede desplegar todo su potencial mientras persistan limitaciones asociadas con infraestructura heredada. La inversión en soluciones de gestión moderna de dispositivos, seguridad de la información y arquitectura interoperable es crítica para garantizar una atención médica eficiente, segura y resiliente.

La información se basa en el estudio de SOTI realizado en 2025, el cual encuestó a 1,750 tomadores de decisiones en tecnología de la información del sector salud en 11 países. La muestra incluyó 200 encuestados en Estados Unidos y Reino Unido, y 150 en Canadá, México, Alemania, Francia, Suecia, Países Bajos, Italia, España y Australia.