La industria tecnológica británica se mostraba en contra del Brexit en un 87% de las empresas, y un 70% agregó que la reputación de Londres como centro tecnológico quedaría dañada.
Las áreas de riesgo podrían ser las siguientes:
Proyectos en stand by
Muchos proyectos en los que el Reino Unido tenía un papel relevante se han quedado detenidos, al menos hasta que se aclare el panorama, que no será antes de 2017. Baste recordar que el Reino Unido recibe cerca de 1,200 millones de euros de la UE para participar en proyectos como horizonte 2020.
Freno a las subvenciones
El impulso que el sector tecnológico británico ha recibido del Fondo Europeo de Inversiones, que respalda al 41% de inversiones de capital de riesgo en Europa, se cerrará en el momento en el que el país deje de pertenecer a la UE.
Protección de datos y privacidad
Los países de la UE ya habían llegado a un acuerdo en una nueva ley de protección de datos que entraría en vigor en 2018. Ahora surgen muchas interrogantes en este sentido. ¿La Gran Bretaña se desmarcará y negociará por su cuenta?
¿Qué pasará con el derecho al olvido?
Este tema, que tan difícil ha sido ganar en los tribunales e instituciones de Europa para obtener el nuevo derecho frente a los gigantes estadounidenses Google y Facebook, podrá quedar sin efecto para los ciudadanos británicos.
Cambio de sedes
Brent Hoberman, cofundador de LastMinute.com, dentro de su campaña en favor de la permanencia en la UE, comentó que no estaba seguro si la sede del futuro estará en el Reino Unido o en París, Munich o Madrid.
Movilidad de los trabajadores
Habrá que ver en qué situación quedarán los empleados cualificados. Las compañías de ambas regiones perderían el acceso a algunos de sus trabajadores y la contratación de determinados perfiles resultaría más difícil. También se llenan de dudas los propios trabajadores expatriados que hay dentro y fuera del archipiélago respecto a su futuro.
Peligro para cientos de startups
Gracias a la inyección de capital durante los últimos cinco años, las startups de tecnología en el Reino Unido tuvieron un importante crecimiento y han logrado atraer fondos de capital de riesgo. Parte de estos fondos podrían quedar en suspenso, según lo pronostica Bloomberg, ya que estarían supeditados de alguna manera al respaldo de los fondos de la UE.
Investigación
Las 24 universidades del grupo Roussel (Oxford, Edimburgo y el Imperial College, entre otros), pueden enfrentar una fuga de cerebros. Algunos investigadores ya han mostrado reticencias a seguir participando en proyectos que, por su envergadura, necesitan de la colaboración internacional.
Con información de El Economista.es