Intel está considerando la subcontratación para la fabricación de chips, lo cual sería el final de una era en que la compañía, y Estados Unidos, dominaban en la industria de los semiconductores.
Esta medida podría repercutir mucho más allá de Silicon Valley, influyendo en el comercio mundial, incluso la geopolítica.
La mayoría de las compañías estadounidenses de chips cerraron o vendieron plantas nacionales hace años, y otras firmas fabricaron los componentes, principalmente en Asia.
Intel resistió, argumentando que hacer ambas cosas mejoró cada lado de su operación y creó mejores semiconductores. Esta estrategia está hecha jirones ahora, con las fábricas del fabricante de chips más grande del mundo luchando por mantenerse al día en el último proceso de producción de 7 nanómetros.
‘Consideramos que los pasos en falso de la hoja de ruta, son un fracaso sorprendente para una compañía que alguna vez fue conocida por su ejecución impecable, y bien podría representar el final del dominio de la informática en Intel’, escribió Crhis Caso, analista de Raymond James.
El presidente ejecutivo Bob Swan dijo que Intel está considerando la contratación externa, y agrega que dónde se fabrica el semiconductor no es tan importante.
Sin embargo, la producción nacional de chips se ha convertido en una prioridad nacional para China, y algunos políticos de Estados Unidos y expertos en seguridad nacional consideran que enviar este conocimiento técnico al extranjero es un error potencialmente peligroso.
Muchos de los procesadores se fabrican en instalaciones en Oregon, Arizona y Nuevo México.
Si Intel externaliza este trabajo, es probable que lo haga Taiwan Semiconductor Manufacturing, que se centra en la producción y actualmente es es el líder mundial. Tiene su sede en Hsinchu, una de las ciudades taiwanesas más cercanas a China.
Ante el auge de los teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles, Intel incursionó en chips móviles, pero nunca comprometió su mejor producción y diseño en el área, prefiriendo priorizar sus negocios existentes de chips para PC y servidores.
Cuando las ventas de teléfonos inteligentes despegaron, los fabricantes de teléfonos utilizaron otros procesadores de compañías como Qualcomm o diseñaron los suyos, como Apple, y las fábricas de TSMC produjeron esos componentes.
Si bien Intel fabrica cientos de millones de chips al año, ahora, TSMC produce más de 1,000 millones anualmente.
Esto le ha dado a la compañía taiwanesa más experiencia para mejorar sus fábricas, ayudando a los ingenieros de TSMC a superar a sus homólogos de Intel en la ejecución técnica.
Swan dijo el viernes que los productos de Intel siguen siendo los mejores, a pesar de los retrasos en la fabricación.
Pero al abrir la puerta de la subcontratación, el CEO pone en peligro uno de los últimos bastiones del liderazgo tecnológico de Estados Unidos.
Al externalizar la tecnología de punta, presumiblemente a TSMC, Intel renunciaría a lo que ha sido su principal fuente de ventaja competitiva durante 50 años, agregó Caso, de Raymond James.