Los directores ejecutivos de los gigantes tecnológicos Google, Amazon, Apple y Facebook capearon este miércoles en una audiencia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos las acusaciones de posición dominante y monopolio de la bancada demócrata y las críticas de censura que unánimemente llegaron desde los republicanos.
Pese al faraónico tamaño de estas empresas y su presencia en diversos sectores de la nueva economía digital, Jeff Bezos (Amazon), Sundar Pichai (Google/Alphabet), Tim Cook (Apple) y Mark Zuckerberg (Facebook) pintaron un panorama en el que sus empresas no solo no operan en un monopolio, sino que están en riesgo de perder terreno frente a sus competidores o dejar de ofrecer servicios que en su opinión revitalizan a las pequeñas empresas y crean empleo de calidad.
Las cuatro empresas juntas ingresan anualmente unos 800,000 millones de dólares, casi tres veces el producto interior bruto (PIB) de un país emergente como Colombia, y tienen una capitalización bursátil de 4.7 billones de dólares, mayor que el tamaño de la economía de Alemania.
No obstante, Bezos aseguró que «Amazon compite cada día con empresas establecidas como Target, Costco o Walmart, una compañía que es más del doble que Amazon», dejando fuera de la foto su importancia en la nube con Amazon Web Services o su capacidad para usar datos y aplicarlo a su estrategia de negocio, algo en lo que los demócratas insistieron.
«No acepto que el comercio digital es un mercado diferente (al del comercio minorista en general), sino un canal diferente», apuntó.
Zuckerberg siguió una estrategia similar al asegurar que la principal aplicación telefónica de mensajería en Estados Unidos no es WhatsApp, sino iMessage de Apple. «La app de más rápido crecimiento es TikTok. La app de videos más popular es Youtube y la plataforma de anuncios que más crece es Amazon», añadió.
El fundador de Facebook no destacó que Whatsapp, Facebook e Instagram son las principales plataformas sociales y de mensajería en la mayor parte del planeta y junto con Google se reparten la mayor parte del negocio de publicidad digital.
Asimismo, Pichai aseguró que operan en sectores con «vigorosa competencia», mientras que Cook apuntó que Apple no tiene posición dominante «en ninguna de las categorías de producto» en las que opera, incluido el iPhone.
Los congresistas demócratas tenían otra opinión sobre el asunto, que compararon repetidas veces a las prácticas monopolísticas de magnates ferroviarios de finales del siglo XIX, y aseguraron que todas las empresas presentes han utilizado su posición para contener a la competencia o eliminarla.
«No vamos a postrarnos ante los emperadores de la economía digital», aseguró en su declaración inicial el presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, David Cicilline.
Las conclusiones de la investigación de un año de la Cámara de Representantes, que ha revisado documentos internos de las empresas que testificaron hoy, muestran en opinión de Cicilline empresas que «matan el dinamismo de la pequeña empresa» o que con prácticas para destruir a la competencia e imponer sus condiciones «inspiran miedo».
El congresista demócrata Jarrold Nadler invocó al «elefante en la habitación»: la partición de estos grandes conglomerados en empresa más pequeñas al asegurar que la adquisición de Instagram por parte Facebook en 2012 fue «ilegal» bajo las leyes de competencia.
Zuckerberg se defendió de las acusaciones de que la compra respondió a la razón principal de eliminar a un competidor y afirmó que siempre ha «dejado claro que Instagram era un competidor en el espacio de foto móvil, pero hay muchos otros compitiendo».
El congresista demócrata Joe Neguse reveló que, según documentos y testimonios, Zuckerberg opinaba en 2012 que comprarían «toda startup competidora».
Bezos tuvo que defenderse de acusaciones de «dumping», vendiendo pañales bajo pérdida para desplazar al competidor Diapers.com, que acabó adquiriendo en 2010 para consolidarse en ese segmento en el ámbito online.
El fundador de Amazon dijo que no «puede garantizar» que la empresa no haya utilizado datos de vendedores que participan en su plataforma de ventas para favorecer a los productos de su marca, algo que, aseguró,no se puede hacer bajo la política de la compañía.
Asimismo, reconoció que Alexa (con el 70% del mercado de asistentes de voz en Estados Unidos) promociona productos propios de Amazon, algo que consideró «una práctica común» en la industria.
Pichai también tuvo que matizar la manera en que Google utiliza los datos masivos que acumula de usuarios y comportamiento en la red para avanzar sus intereses corporativos. «Intentamos entender las tendencias que muestran los datos», se limitó a decir el CEO de Alphabet.
La congresista demócrata Val Demings insistió que la acumulación de datos de los consumidores por parte de Google es «espectacular» y viola a la hora de la verdad la privacidad de los consumidores.
Zuckerberg aseveró que si no son ellos los que crean las redes sociales más usadas del planeta «otros lo harán» y recordó que hay competidores chinos con otros valores preparados para competir a nivel global.
En lo que parecía una audiencia paralela, los congresistas republicanos decidieron cuestionar a los consejeros delegados de las Big Tech exclusivamente sobre si censuran opiniones conservadoras y si aprovechan su control de plataformas sociales y de contenido para mover la marea de la opinión pública en una cierta dirección.
Pichai defendió que se elimine contenido que puede poner a personas en riesgo, especialmente en lo relacionado con la desinformación durante la pandemia de la COVID-19.
El CEO de Google afirmó que no tienen intención de suprimir opiniones conservadores en su buscador y se comprometió a tener un papel «neutral», mientras que Zuckerberg volvió a negar que Facebook sesgue opiniones conservadoras.