Airbus presentó tres conceptos para los primeros aviones comerciales del mundo con cero emisiones, mediante distintas soluciones tecnológicas y configuraciones aerodinámicas, y que podrían ponerse en servicio en 2035.
Las propuestas se basan en el hidrógeno como fuente de energía primaria, un combustible para la aviación que la compañía considera limpio y muy prometedor, y que podría ser la solución que se implantará en el sector aeroespacial y en otras industrias para alcanzar sus objetivos de emisiones neutras para el clima.
Los tres conceptos, cuya denominación en clave es ZEROe y de entre los que surgirá el primer avión comercial con cero emisiones, consisten en:
1. Un diseño con turbofán (120-200 pasajeros) con un alcance de más de 2,000 millas náuticas, capaz de realizar operaciones transcontinentales y propulsado por un motor de turbina de gas modificado que funciona por combustión de hidrógeno, en lugar de utilizar combustible de avión. El hidrógeno líquido se almacenará y distribuirá usando tanques ubicados detrás del mamparo presurizado trasero.
2. Un diseño con turbohélice (hasta 100 pasajeros) que utiliza un motor turbohélice en lugar de turbofán, propulsado también por combustión de hidrógeno en motores de turbina de gas modificados, lo que les permitiría viajar más de 1,000 millas náuticas y ser la opción perfecta para viajes de corta distancia.
3. Un diseño con ‘cuerpo de ala mixta’ (hasta 200 pasajeros) en el que las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave y con un alcance similar al del concepto que utiliza turbofán. El fuselaje, excepcionalmente ancho, permite múltiples opciones para el almacenamiento y distribución del hidrógeno, así como para la configuración de la cabina.
Para hacer frente a estos retos en las operaciones diarias, los aeropuertos requerirán importantes infraestructuras de transporte y recarga de hidrógeno. El apoyo de los Gobiernos deberá incluir el incremento en la financiación de la I+T y de la digitalización, e implantar mecanismos para fomentar el uso de combustibles sostenibles y la renovación de las flotas de aviones que permitan a las aerolíneas retirar antes los aviones más antiguos y menos respetuosos con el medioambiente.