Argentina está ampliando los beneficios a su floreciente sector tecnológico, en un esfuerzo por impulsar la inversión extranjera y las exportaciones, apoyando a una industria que ha crecido en medio de una severa recesión de tres años.
Ambas cámaras del Congreso aprobaron recientemente un proyecto de ley de tecnología, que ofrece incentivos fiscales durante la próxima década a las empresas emergentes y los gigantes de la industria que capaciten y contraten trabajadores.
Se trata de uno de los pocos proyectos de ley con alcance económico a largo plazo que ha logrado aprobar el Congreso argentino, profundamente dividido este año.
Existe un acuerdo absoluto entre todos los partidos políticos sobre la relevancia de este sector, dijo el ministro de producción, Matías Kulfas, estimando que el proyecto de ley durante 10 años casi duplicaría el empleo y aumentaría los servicios tecnológicos en 4,000 millones de dólares adicionales.
‘La pandemia está acelerando las prioridades digitales y tenemos que verla como una oportunidad para fortalecer la inversión extranjera’, dijo Kulfas.
El sector tecnológico se ha opuesto a la tendencia de pérdida de empleo en Argentina, aumentando la oferta de empleo en casi 30% en cinco años a 115,000 trabajadores, según datos del gobierno.
Los servicios tecnológicos comprenden ahora alrededor del 10% de todas las exportaciones argentinas, una tendencia positiva para un país donde la suerte económica todavía depende en gran medida de los precios de las materias primas.
La nación también es el hogar de muchos de los llamados unicornios de América Latina, con empresas tecnológicas valoradas en más de 1,000 millones de dólares, incluido el gigante del comercio electrónico MercadoLibre y Globant, el desarrollador de software más grande de Argentina.
Casi el 60% de todas las exportaciones argentinas de servicios tecnológicos van a Estados Unidos, donde los funcionarios argentinos han intentado aprovechar los vastos recursos naturales del país en las últimas semanas, para atraer inversión extranjera.
Con las reservas muy bajas, los funcionarios esperan que la legislación tecnológica pueda ayudar a aliviar la falta de divisas del país.