Twitter lanzó este lunes una prueba piloto en Estados Unidos que permite a los usuarios verificar la información que se comparte en la red social y añadir comentarios que la desmientan o aporten contexto.
El proyecto lleva el nombre de Birdwatch (observación de aves, en español), y por el momento funcionará únicamente en una página web distinta a Twitter, de manera que solo los participantes en la prueba piloto puedan llevar a cabo verificaciones y ver los comentarios añadidos por otros verificadores.
La empresa justificó esta decisión como una manera de asegurarse de que el sistema genera contexto que la gente vaya a encontrar ‘útil y apropiado’ y, en caso de que los resultados sean satisfactorios, se procedería en un futuro a integrarlo completamente a la paltaforma de Twitter.
En un inicio, únicamente han recibido aprobación para ejercer de verificadores unas 1,000 personas, aunque esta cifra podría llegar a aumentar hasta las 100,000, según se explica en un comunicado.
La firma californiana dijo que la razón de llevar a cabo este tipo de prueba es que las verificaciones por parte de los propios usuarios permitirán detectar y corregir de forma más rápida la propagación de informaciones falsas y que los internautas apreciarán que esta tarea la lleve a cabo la propia comunidad en lugar de una autoridad central como ocurre ahora.
Si los objetivos se cumplen, Twitter adelantó que su voluntad es extender el sistema a nivel global en el futuro.
La empresa que dirige Jack Dorsey está tomando cada vez medidas más drásticas en la moderación y supresión de contenidos en la red social, algo que llegó a su máxima expresión con la suspensión permanente de la cuenta del expresidente Donald Trump el pasado 8 de enero, cuando todavía ocupaba la Presidencia.
Ese movimiento culminó el año que justo había terminado, 2020, en que las informaciones falsas en torno a la pandemia de COVID-19, las elecciones en Estados Unidos y las tensiones raciales en el país dispararon los esfuerzos de moderación por parte de Twitter, lo que a su vez le valió numerosas acusaciones de censura y abrió un debate en torno al poder de las redes sociales y la libertad de expresión.