Para las empresas en el club de la capitalización de mercado de billones de dólares, como Apple y Amazon, así como para el próximo lote de unicornios tecnológicos, 5G será una plataforma de lanzamiento para nuevas aplicaciones que prometen otra década más de adicciones a dispositivos digitales, crecimiento de ganancias y dominio del mercado.
Los ganadores de la carrera 5G no serán necesariamente los operadores inalámbricos que construyen las nuevas redes de alta velocidad de Estados Unidos; para ellos, se parece más a una carrera de fondo. En cambio, los gigantes de la tecnología que ya están dando vueltas alrededor de las acciones de telecomunicaciones, son los que están en línea para otro impulso turbo.
AT&T, T-Mobile y Verizon Communications, están compitiendo para ofrecer 5G, una nueva generación de redes inalámbricas que puede manejar velocidades más rápidas y más conexiones a la vez.
Los ingenieros y ejecutivos de la industria dicen que lo más emocionante de la actualización son todas las cosas que podrían hacer posible, pero que aún no se han inventado. Es esa misma promesa indefinida la que ha impedido que los consumidores se entusiasmen demasiado hasta ahora.
Habrá que considerar, sin embargo, los profundos efectos en las actualizaciones que redes pasadas han tenido en la sociedad: la evolución a 3G hace casi dos décadas allanó el camino para que Steve Jobs creara el iPhone, la innovación tecnológica de mayor trascendencia desde Internet.
Más tarde, las capacidades 4G LTE permitieron servicios de teléfonos inteligentes como FaceTime, TikTok y Uber. Pronto, 5G puede dar rienda suelta a una categoría completamente nueva de aplicaciones y dispositivos de consumo imprescindibles.
