Estados Unidos, Reino Unido y Arabia Saudita lideran el compromiso con la ciberseguridad, bajo un entorno en el que diversos países aún carecen de programas de formación y educación para muchos profesionales.
Según el reporte ‘Global Cybersecurity Index 2020’ de International Telecommunication Union (ITU), Estados Unidos obtuvo una puntuación de 100, al lograr los 20 puntos en cada indicador GCI (Global Cybersecurity Index).
Sin embargo, aunque tiene la mayor cantidad de recursos de ciberseguridad, los últimos ciberataques contra los estadounidenses han evidenciado un margen de mejora.
Le sigue el Reino Unido, con 99.54 puntos en GCI. La puntuación indica la necesidad de emplear más equipos de respuesta a incidentes informáticos, lo que permitirá responder a los incidentes a nivel nacional utilizando un punto de contacto centralizado y promover una acción rápida y sistemática.
Arabia Saudita comparte el segundo lugar, con la misma puntuación de 99.54 que el Reino Unido. Si bien es uno de los países en desarrollo más rápidos, Arabia Saudita ha otorgado gran importancia a la ciberseguridad.
Estonia ocupa el cuarto puesto, con una puntuación de 99.48, con la pérdida de solo medio punto en el indicador de desarrollo de capacidad. El país se ha convertido en uno de los pesos pesados en ciberseguridad con un sistema central de alto funcionamiento para monitorear, informar y resolver incidentes.
La República de Corea, Singapur y España comparten el quinto lugar, con 98.52 puntos.
Una de las razones por las que los ciberataques continúan aumentando es la falta de educación y capacitación en ciberseguridad.
Solo el 46% de los países brindó capacitación específica en ciberseguridad para el sector público y los funcionarios gubernamentales. Los empleados en estos campos suelen trabajar con mucha información sensible o confidencial, por lo que la educación en ciberseguridad es fundamental.
Mientras tanto, el 41% de los países impartió formación en ciberseguridad a pequeñas y medianas empresas o empresas privadas. Las compañías a menudo se convierten en objetivos de los piratas informáticos, ya que estos últimos pueden beneficiarse fácilmente de los datos robados o de los ataques de ransomware.
Los agentes del orden recibieron programas educativos de ciberseguridad en el 37% de los países.