En los últimos años, los ataques de ransomware han dado a los cibercriminales cientos de millones de dólares en criptomonedas.
Solo en 2020, como año récord de ataques de ransomware criptográfico, el valor total de la pérdida rebasó los 400 millones de dólares, lo que supone un aumento de 337% en un año.
Sin embargo, como el tipo de delito cibernético de más rápido crecimiento, los ataques de ransomware criptográfico continuaron causando nuevas pérdidas este año.
Las víctimas transfirieron 81.6 millones de dólares en criptomonedas a los ciberdelincuentes en cinco meses de 2021, casi igualando el total de todo el 2019.
Los ataques de ransomware criptográfico se han vuelto más comunes y cada vez más costosos en los últimos ocho años.
El Informe de Cripto Cripto de Chainalysis 2021 encontró que en 2013, el valor total de la criptomoneda recibida por el ransomware dirigido ascendió a 500,000 dólares. Durante los siguientes tres años, esta cifra se disparó un 3,460% a 17.8 millones.
Al año siguiente, las víctimas transfirieron criptos por valor de 37.7 millones de dólares a los ciberdelincuentes. A fines de 2019, el valor total de los pagos de cripto ransomware aumentó en un 150% a casi 93 millones.
Aunque 2020 será conocido para siempre como el año en que despegó el ransomware criptográfico, mostrando la tasa de crecimiento más alta entre todos los tipos de delitos basados en criptomonedas, los datos de 2021 tampoco son alentadores.
Además de los rescates de criptomonedas que alcanzan casi el total de 2019 en solo cinco meses de 2021, el pago promedio también ha aumentado significativamente.
Según la encuesta de Chainalysis, el pago promedio de ransomware conocido ascendió a alrededor de 54,000 dólares en el primer trimestre de 2021, lo que muestra un salto masivo del 170% interanual y un aumento del 1,700% en los últimos dos años.
Bitcoin y otras criptomonedas hicieron posible obtener enormes rescates de grandes organizaciones e incluso gobiernos municipales, ya que son prácticamente imposibles de rastrear.
Aunque los intercambios de criptomonedas tienen lugar en libros de contabilidad públicos –lo que permite que cualquiera pueda observar en línea–, las partes de una transacción son anónimas y están disfrazadas con un número aleatorio.
Como resultado, no hay forma de conectar a una persona con una billetera criptográfica, y muchas personas no tienen solo una, sino docenas y cientos de billeteras y direcciones.
Los piratas informáticos pueden mover la criptomoneda de una cuenta anónima a otra, lo que ha facilitado mucho los ataques de ransomware.
Según datos de BlackFog, entre enero y julio de 2021, ha habido un total de 175 ataques de ransomware en todo el mundo, frente a 104 en el mismo período hace un año.
Las estadísticas muestran que la mitad de ellos ocurrieron en los Estados Unidos. El Reino Unido se ubicó como el segundo país más atacado, con 21 ataques de ransomware en los siete meses de este año. Le siguieron Canadá y Francia, con nueve y siete ataques, respectivamente.