La administración del presidente de EU, Joe Biden y el pedido de sanciones de la Unión Europea contra Rusia pondrán en peligro la capacidad del país para comprar semiconductores y otra tecnología, y podría afectar las tecnologías militares en el futuro.
El gobierno de Estados Unidos dijo que implementará controles de exportación diseñados para aislar a Rusia de los semiconductores y otras tecnologías avanzadas, cruciales para las industrias militar, biotecnológica y aeroespacial.
Aliados como Japón, Taiwán y Corea del Sur, todos países clave en la fabricación de chips, han seguido su ejemplo o han indicado que lo harán.
Bruselas confirmó el viernes por la mañana que sus sanciones intentarían afectar la cadena de suministro de Rusia.
Es aún más incierto si las empresas chinas de chips, en particular Semiconductor Manufacturing International (SMIC) también aislarán a Rusia. La compañía, con sede en Shanghai, fabrica chips que son menos avanzados que los de Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), pero son lo suficientemente sofisticados para al menos algunas aplicaciones militares.
Si bien China no se suma a las acciones de Rusia, las reglas de Estados Unidos cubren a las empresas de cualquier parte del mundo que utilicen tecnología estadounidense, incluido el software. SMIC utiliza equipos de proveedores estadounidenses como Applied Materials para fabricar sus chips.
Si bien el impacto de las nuevas reglas para Rusia podría ser significativo, el país no es un consumidor directo significativo de semiconductores, ya que representa menos del 0.1% de las compras mundiales de chips, según la organización mundial de estadísticas comerciales de semiconductores.
Rusia no es un factor importante en la cadena de suministro de semiconductores. Sin embargo, las empresas locales dependen en gran medida de terceros países para acceder a piezas, incluidos chips provenientes de la UE que terminarán en automóviles, aplicaciones y sensores industriales, dijo Jan-Peter Kleinhans, investigador del grupo de expertos alemán Stiftung Neue Verantwortung.
La amenaza de sanciones de Estados Unidos ya afectó el acceso de Rusia a los chips, y el jefe del fabricante de automóviles ruso Avtovaz dijo a principios de la semana pasada que la compañía está buscando fuentes alternativas.
Las compañías europeas de chips, incluida Bosch, dijeron que están siguiendo de cerca la situación y cumplirán con cualquier acción legal que se tome. El productor holandés de chips NXP agregó que si bien es prematuro especular sobre el impacto de la sanciones, no ‘anticipa ningún impacto significativo’ en su negocio, según la información actual.
X-Fab, un proveedor alemán de chips, también dijo en un comunicado que el impacto sería pequeño para la empresa, pero que ‘la tremenda demanda de chips nos permitiría utilizar inmediatamente esa capacidad para otros negocios’.