Nvidia, que a principios de este mes advirtió que sus ventas estaban cayendo, dio un pronóstico decepcionante para el periodo actual, que se sumó a la señal de debilidad de la industria de los semiconductores.
Los ingresos del tercer trimestre fiscal serán de unos 5,900 millones de dólares, dijo la compañía en un comunicado. Eso se compara con una estimación promedio de 6,920 millones de dólares.
El margen bruto, el porcentaje de ventas que queda después de deducir los costos de producción, será del 65%, menos algunos conceptos.
La compañía culpó a la disminución de la demanda de chips utilizados en las computadoras de juegos, citando ‘condiciones de mercado desafiantes’.
La guía sugiere que la caída tecnológica va a durar. Después de un aumento máximo durante la pandemia de COVID, la industria de chips se prepara para una recesión particularmente aguda a medida que se acumulan los signos de problemas.
World Semiconductor Trade Statistics, un organismo sin fines de lucro que rastrea los envíos, acaba de reducir su perspectiva de mercado a un crecimiento de 16.3% del año anterior a 13.9% este año. En 2023 prevé que las ventas de aumenten solo un 4.6%, el ritmo más débil desde 2019.
Las acciones de Nvidia cayeron más de un 4.7% en las operaciones extendidas tras el anuncio. La acción ya había bajado un 41% este año hasta el cierre, lo que la convierte en una de las de peor desempeño en el índice en semiconductores de la bolsa de valores de Filadelfia.
En general, la caída de la demanda comenzó a producirse alrededor de junio y ocurrió demasiado rápido, impulsada por el impacto de la inflación en el gasto del consumidor, para que la empresa respondiera a tiempo. Eso dejó a Nvidia y sus distribuidores con demasiados chips gráficos.
El mercado de PC de China, el segundo más grande del mundo, cayó un 16% durante el trimestre de junio, su peor caída desde 2013, según Canalys.
El ascenso de Nvidia a las cima de la industria de chips en Estados Unidos por valoración del mercado, fue impulsado por el crecimiento explosivo de su negocio de centros de datos.
Los propietarios de grandes centros de datos en la nube utilizan cada vez más sus chips gráficos para la computación de inteligencia artificial.
