Después de varios años decepcionando a los inversionistas, las acciones de Intel están mostrando signos de vida y se han destacado como la empresa con mejor desempeño en el índice de semiconductores de la Bolsa de Valores de Filadelfia durante el último mes.
La compañía está siendo considerada como una apuesta de valor relativo y un posible beneficiario de las tensiones geopolíticas con China, ya que refuerza sus instalaciones de fabricación de chips en Estados Unidos. Con sede en Santa Clara, California, Intel está empezando a recuperar la confianza de los inversionistas.
‘Hay una relación de amor y odio de los inversionistas con las acciones’, comentó Hendi Susanto, gestora de cartera de Gabelli Funds. Aunque aún no está fuera de peligro, en los últimos meses Intel ha demostrado su capacidad de recuperación.
Las acciones del fabricante de chips han experimentado un aumento de casi el 20% en las últimas tres semanas, en contraste con la caída del aproximadamente 5% de Nvidia y el modesto aumento de menos del 2% en el índice de semiconductores de la Bolsa de Filadelfia.
Este desempeño superior se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, a pesar de las preocupaciones persistentes en Wall Street sobre si la costosa estrategia de recuperación de Intel, centrada en restablecer su tecnología de chips, alguna vez considerada infalible, tendrá éxito.
Las expectativas sobre las ganancias ajustadas de Intel para 2023 han aumentado un 65% en los últimos tres meses. Esta reciente fortaleza ha sido impulsada por el director ejecutivo, Pat Gelsinger, quien expresó a los inversores en una conferencia que deben ser menos escépticos sobre nuestra capacidad para lograr esto.
Sin embargo, la valoración de Intel se ve contrarrestada por unas perspectivas de crecimiento débiles. Se espera que los ingresos caigan un 17% este año, un pronóstico peor que la disminución del 8.6% que Bloomberg Intelligence espera para el sector de semiconductores en general.
‘Si bien ya no es una historia de desastre, no estoy dispuesto a comprar hasta que tengan una estrategia de inteligencia artificial más sólida o hasta que tengamos una mayor confianza en que la recuperación está funcionando’, comentó Ken Mahoney, director ejecutivo de Mahoney Asset Management. Parece que Intel todavía está jugando a las damas mientras que Nvidia juega al ajedrez.
A pesar de todo, las acciones de la compañía han subido un 34% en lo que va del año, desde su último cierre.
