Intel anunció que tuvo una pérdida de 985 millones de dólares entre enero y septiembre, pero logró encadenar su segundo trimestre consecutivo de beneficios.
En un comunicado, la empresa señaló que en el trimestre más reciente, el tercero de su ejercicio, obtuvo un beneficio de 300 millones de dólares, lo que representa un 71% menos en comparación con el año anterior.
Además, su facturación fue de 14,200 millones, un 8% menos, aunque estos datos superaron las expectativas.
El CEO de la compañía, Pat Gelsinger, destacó los avances en inteligencia artificial (IA) y la adquisición de nuevos clientes en su negocio de fundición. Por su parte, el director financiero, David Zinsner, resaltó el ‘apalancamiento operativo y la disciplina en los gastos’.
En términos de segmentos de negocio, Intel destacó su unidad de fundición, Intel Foundry Services, que generó 311 millones de dólares, con un impresionante crecimiento del 299% en comparación con el año anterior, y en la que la empresa tiene grandes expectativas.
La principal fuente de ingresos de Intel proviene de la computación, con 7,900 millones de dólares en este trimestre (un 3% menos). Le siguen el centro de datos e IA, con 3,800 millones (un 10% menos), y el negocio de redes, con 1,500 millones (una disminución del 32%).
El año pasado, Intel separó y sacó a bolsa su unidad de vehículos autónomos Mobileye, que continúa siendo una subsidiaria con una proyección positiva, generando ingresos por 530 millones de dólares, un 18% más.
A principios de este mes, la firma tecnológica anunció su intención de separar su unidad de chips programables y sacarla a bolsa en un plazo de tres años, manteniendo una participación mayoritaria en ella.
Los resultados, publicados después del cierre de Wall Street, fueron bien recibidos por los inversionistas, y las acciones de la empresa aumentaron un 7%.
Desde el inicio de 2023, las acciones de Intel han experimentado un aumento del 23%, alcanzando un valor de 137,000 millones de dólares.