Casi 8 de cada 10 economistas jefe (79%) anticipan que la inteligencia artificial generativa aumentará la eficiencia de la producción en las economías de altos ingresos, en comparación con solo el 38% en las de bajos ingresos, según el informe de perspectivas económicas, presentado en el Foro de Davos.
Esta disparidad también se refleja en las proyecciones a futuro, ya que la gran mayoría de los encuestados (94%) predice que estas mejoras de productividad tendrán un impacto económico significativo en las economías de altos ingresos en los próximos cinco años, con un 57% que estima que los beneficios se materializarán en los próximos tres.
Esto contrasta con las expectativas para las economías de bajos ingresos, donde el 53% espera que los beneficios sean evidentes en los próximos cinco años, mientras que el 47% cree que este proceso llevará más tiempo.
En términos de regiones, se prevé un aumento significativo de la productividad a través de la mayor adopción de la inteligencia artificial en Estados Unidos, China, Europa, Asia Oriental y el Pacífico.
El informe también resalta las discrepancias entre las economías de altos y bajos ingresos en cuanto a la innovación: casi tres cuartas partes de los encuestados anticipan que la inteligencia artificial generativa acelerará el ritmo de la innovación (74%) en las economías de altos ingresos, en comparación con solo el 31% que espera un efecto similar en las de bajos ingresos.
En relación con las implicaciones para el empleo, aproximadamente tres cuartas partes (73%) de los economistas jefe encuestados no anticipan un impacto positivo neto en el empleo en las economías de bajos ingresos, y otro 17% no está seguro, lo que según el estudio sugiere que la mayoría espera un desplazamiento laboral.
Las opiniones para las economías de altos ingresos están ligeramente más divididas: el 47% considera improbable la creación neta de empleo este año, mientras que otro 30% muestra incertidumbre.