El presidente Donald Trump declaró ante un grupo de gobernadores que Tim Cook, director ejecutivo de Apple, planea trasladar la manufactura desde México hacia Estados Unidos.
Sin embargo, la empresa no ha hecho un anuncio oficial al respecto.
Trump afirmó que Cook detuvo la operación de dos plantas en México y fabricará productos en Estados Unidos en su lugar.
También señaló que el CEO de Apple se comprometió a realizar inversiones por cientos de millones de dólares en el país. Según el presidente, la empresa busca evitar los aranceles.
No está claro a qué instalaciones se refería Trump, pero Foxconn Technology Group, socio de Apple, tiene una presencia manufacturera importante en México y ha anunciado planes de expansión en la región. Foxconn fabrica el iPhone en Asia y Apple depende en gran medida de China para su producción.
Más tarde, Trump comentó a la prensa que su reunión con Cook fue extensa y sugirió que el ejecutivo planea realizar una gran inversión en manufactura. Añadió que Apple probablemente anunciará estos planes en el futuro.
Apple no respondió a solicitudes de comentarios sobre el tema.
Desde su reelección, Trump ha mantenido un vínculo cercano con líderes de la industria tecnológica, y Cook ha sido uno de ellos. El CEO de Apple asistió a la toma de posesión del presidente el mes pasado y visitó su residencia en Mar-a-Lago durante la transición presidencial.
Apple enfrenta desafíos en medio de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, con un arancel del 10% a productos fabricados en el país asiático que afecta la estrategia de la compañía ante la desaceleración en las ventas del iPhone. China, su principal centro de manufactura, también está evaluando una investigación sobre las políticas de la empresa y las tarifas que cobra a los desarrolladores de aplicaciones.
México no es un pilar central en la producción de Apple. La compañía trabaja con proveedores como Molex, Yageo y Skyworks Solutions para fabricar algunos componentes en el país, pero la mayor parte de su manufactura se realiza en Asia.
Uno de los esfuerzos de Apple por aumentar la producción en Estados Unidos es su colaboración con Taiwan Semiconductor Manufacturing, que está construyendo fábricas en Arizona para fabricar chips, incluyendo semiconductores utilizados en el iPad y el Apple Watch.
Durante el primer mandato de Trump, Cook logró que los iPhone obtuvieran exenciones arancelarias. Sin embargo, en esta ocasión el presidente ha indicado que podría imponer nuevos aranceles a productos importados sin conceder excepciones.
El gobierno de Taiwán ha expresado su apoyo a empresas como Foxconn para reubicar líneas de producción en respuesta a las órdenes ejecutivas de Trump, que imponen un arancel del 25% a productos de Canadá y México. Aunque la implementación de estas tarifas está en pausa, el presidente advirtió que podrían entrar en vigor si no se observan avances en temas como inmigración y control de narcóticos.
Tras la elección presidencial, Cook publicó en redes sociales que Apple esperaba colaborar con la nueva administración para fortalecer el liderazgo de Estados Unidos en innovación y creatividad.
A pesar de esto, Trump ha tenido diferencias con la compañía respecto a sus políticas de privacidad. Ha instado a Apple a facilitar el acceso a dispositivos cifrados en investigaciones criminales, pero la empresa se ha resistido a crear accesos especiales para las autoridades, argumentando que esto podría comprometer la seguridad de los dispositivos ante ataques de ciberdelincuentes.