Ni compra Bestel, propiedad del empresario Mario Vázquez Arrollo, ni se espera un minuto más. Telefónica Movistar, que preside en México Francisco Gil y dirige Miguel Menchén, se lanza por el mercado de telefonía fija, justo donde no están compitiendo ni las cableras, pero sí para capturar las 9.9 millones de líneas que dice Teléfonos de México, que lidera Héctor Slim, que al ser un segmento de bajo ingreso, les generan pérdidas operativas por más de cien millones de pesos y donde justamente nadie les compite.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que encabeza Luis Téllez, y la Cofetel, que preside Héctor Osuna, le ratificaron a Telefónica Movistar la autorización que la primera dependencia le otorgó desde el año pasado, para ofrecer el servicio de telefonía fija, pero como Telmex guarda para sí lo más preciado del «bucle» y ha establecido no barreras, sino sendos diques a la interconexión de cualquier operador, inversionistas mexicanos se han asociado con la española para transitar por el camino largo, pues al final de cuentas saben que en nueve meses justo nacerá el «bebé» de la portabilidad en México, y resulta un periodo corto para posicionarse en un mercado que no es que no sea rentable, sino que está mal atendido y servido.
Más allá de que está en marcha un proceso minucioso de auditoría al servicio de telefonía comunitario que se ha subsidiado con recursos públicos, y que puede mostrar que tan poco usados son los teléfonos instalados en zonas rurales y marginadas urbanas, lo real es que 95 por ciento de las líneas fijas las concentra Telmex, y entre Axtel, Alestra y Maxcom suman algo así como 1.2 millones de teléfonos fijos.
Por eso les digo que Telefónica ahora sí le vuelve a tomar la palabra a Carlos Slim. Ya no podrá quejarse de que es el único que atiende el mercado de ingresos medios y medios bajos, pues iniciarán la prestación del servicio de telefonía local con una oferta muy inteligente que revelará el costo real del servicio en siete ciudades, incluyendo la zona metropolitana de la ciudad de México.
Para empezar, «Movistar en casa: mi línea fija» de entrada eliminará para el usuario el gasto inicial de comprar la línea con Telmex por mil 987 pesos, y reducirá de manera impresionante la tarifa mensual de 180 pesos que cobra la telefónica que preside Jaime Chico Pardo.
En asociación con los accionistas de Enlaces del Norte que detentan 51 por ciento del capital y Telefónica (49 por ciento), han integrado el Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas que dirige Luis Rubio (GTM).
Telefónica ha rentado parte de la infraestructura de GTM para otorgar el servicio de larga distancia y para le renta a Alestra, que preside Rolando Zubirán, los números telefónicos para hacer la conexión local, como lo ha venido haciendo Nextel de Peter Follo con Avantel y Axtel de Tomás Milmo.
Analice la oferta que probablemente pueda centrarse en nuevas viviendas (el Infonavit de Víctor Borrás ha señalado que pretende establecer como indispensables los servicios de telecomunicaciones en las nuevas viviendas que se construyan y este año van por poco más de medio millón), dado que el cliente podrá hacer llamadas locales, de larga distancia y a celular desde el mismo día de su contratación bajo tres esquemas: el de pospago, el de control y el de prepago, de manera que se adaptará el gasto al tamaño del bolsillo, no al tamaño del paquete impuesto por el único oferente del servicio en México.
Además de servicios digitales sin costo como desvío de llamadas, multiconferencia, identificador de llamadas, ocultamiento de identidad y buzón de voz (en los primeros dos sólo aplica el tiempo aire o larga distancia de la llamada), lo interesante es que no se cobrará por activación de la línea y el usuario sólo tendrá que comprar el aparato, cuyo costo será de 829 a mil 199 pesos, incluido IVA.
En el caso de contrato pospago, la renta mensual es de 86.25 pesos, que incluye cien minutos para llamadas locales y cada minuto tiene costo adicional, pero las tarifas son aproximadamente 40 por ciento más baratas que las de Telmex.
En tanto que en el plan de control, también incluye la misma renta mensual y número de minutos para llamadas locales, pero con opción de recarga desde 30 pesos (obvio sube el precio del minuto) y en el plan de prepago, se compraría tiempo aire como se hace por los métodos habituales de la recarga.
Esta oferta representa un descuento de hasta 50 por ciento frente a Telmex y si considera la cantidad de teléfonos instalados en áreas semiurbanas y rurales, pues para la SCT pudiera ser una buena opción para que los miles de aparatos sin usar, que reciben cinco mil pesos mensuales de subsidio por aparato, realmente se utilicen.
Si preguntan por qué lo hace Telefónica de esta forma, pues la respuesta es simple: por lo mismo que lo ha hecho Axtel, Protel, Bestel, pues pagar la cuota de interconexión que exige Telmex simplemente es un dique de entrada.
Lo más probable es que en el arranque con las ciudades de Querétaro, Tijuana, zona metropolitana de la ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla y Mérida logren una base de clientes de telefonía fija estimada en 200 mil usuarios, pero el año que entra la inversión está prevista para conectar a 40 ciudades y cuando la portabilidad arranque, tendrán la capacidad para cubrir 80 mil poblaciones.
Telefónica tiene más de un año enfrascada en negociaciones que no llevan a ningún lado con Telmex, por lo que, como les dije al principio, esta empresa ha decidido apoyar a Telmex en la atención del mercado de menores ingresos, donde asegura que no es rentable, pero sigue recibiendo subsidio.
Esa red no se tendió con fondos privados únicamente y eso es lo que están revisando antes de dar el sí a la apertura del título de concesión, así es de que la historia continuará.
Fuente: Alicia Salgado, El Financiero, México
