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Portabilidad: urge acuerdo entre las telefónicas

Comenzó la cuenta regresiva para que, antes de un mes, la industria de las telecomunicaciones se ponga de acuerdo en las especificaciones operativas para el arranque de la portabilidad que permitirá a los usuarios conservar su número telefónico aun cuando cambien de compañía.

Los funcionarios de la Cofetel, encabezados por Héctor Osuna y José Luis Peralta, saben muy bien que es prácticamente imposible poner en la misma sintonía a las más de 20 empresas involucradas y, además, competidoras acérrimas.

Por lo mismo, dispusieron desde ahora que se entregue un documento lo más avanzado posible, con los temas sin consenso encorchetados para que sea la autoridad la que dé la última palabra sobre la mecánica de operación.

Vale decir que el proceso iniciado desde mayo va en tiempo y ya se acordaron con la industria las especificaciones técnicas para la interconexión. El arranque de las operaciones se calcula a más tardar para la primavera del año próximo.

Por ello es vital la etapa actual, que deberá concluir el 12 de septiembre con la entrega de las especificaciones operativas.

Algunos de los grandes temas por definir y aterrizar son los siguientes:

El costo total de la portabilidad se calcula en aproximadamente 230 millones de dólares, que se dividen en 200 millones que deberán invertir las empresas en adecuar sus sistemas internos para el cambio y 30 millones para el contrato con el administrador de la base de datos. En todos los casos, el dinero será aportado por las empresas participantes. Ante esto, lo importante es que los involucrados acepten que se trata de una inversión a largo plazo, que no se va a recuperar de inmediato pero que hablamos de una industria que en diez años deberá generar algo así como 700 millones de dólares.Todos saben que más allá de la novedad y el proceso de arranque, la movilidad entre empresas por parte de los usuarios será de entre 2 y 3 por ciento. El mayor índice se espera en la telefonía celular, con un promedio de 15 por ciento.Una de las más serias discusiones tiene que ver con el tiempo mínimo que se exigirá al usuario para que, una vez que haya cambiado de empresa, no intente otra migración. Los criterios van desde cero días hasta un año. Tres meses parece ser lo más prudente.Para lo anterior, las presiones giran en torno de evitar el papeleo y el burocratismo en el cambio de empresa. Originalmente se habló del manejo de testigos en papel para las operaciones, lo que se ha descartado por la maraña que se pretendía y el desaliento para los usuarios.La intención es que todos los competidores acepten que la fidelidad a una telefónica deberá ser resultado de buen servicio y mejor precio, no de otro tipo de presiones o estratagemas. De hecho, se espera un descenso en las tarifas, producto de la competencia por ganar clientes.
Antes del 12 de septiembre deberá concretarse el acuerdo. O lo más cercano a éste para evitar posteriores dificultades o, incluso, los amparos, tan de moda en el sector.

Fuente: Herminio Rebollo Pinal, El Financiero, México