Esta es una serie de diversos posts que abordarán el tema de la relación entre los políticos en México y las redes sociales.
Antecedentes
En la actualidad existen más de 40 millones de personas conectadas a internet en México. Todas ellas tienen correo electrónico, la mayoría de ellas tiene Facebook (más del 80% de las conectadas) y 12 millones de ellas Twitter.
La discusión política en las pasadas elecciones a Presidente de la República se llevó a cabo por más de 5 millones de personas entre 18 y más de 55 años, que mencionaron al menos a uno de los candidatos. La mayor cantidad de menciones se llevó a cabo durante los debates.
Las redes sociales llegaron a modificar el flujo de información y decisión de los ciudadanos, aunque esta está en proceso de evolución.
Actualmente existe una desconexión entre los políticos y los ciudadanos. ¿Por qué?
No es difícil contestar esta pregunta, cuando los políticos:
- Representan a un partido político con el que son afines (indiferentes o no, pero afines).
- Representan una fotografía en un flyer, poster o espectacular.
- Dependen de que los medios impresos publiquen una nota escrita (que ojalá sea buena).
- Dependen de que los medios masivos de comunicación los entrevisten, ya sea en audio o en video.
Todo lo anterior se puede resumir a:
- Miles de impactos en las calles.
- Cientos de notas escritas.
- Horas de entrevistas en radio.
- Minutos de exposición en TV.
Pero por lo mismo, eso implica una dependencia total hacia los medios de comunicación tradicionales y sus métodos ‘editoriales’, sobre los cuales los políticos NO TIENEN EL CONTROL.
Las redes sociales están precisamente cambiando la forma en que los políticos se relacionan con los ciudadanos, de tal manera que eventualmente las conversaciones van a pasar de temas coyunturales a temas de atención ciudadana.
Todo es un asunto de confianza y afinidad. Cuando una persona decide dar su voto, lo hará sabiendo lo que el político está haciendo por el ciudadano, porque comparte sus ideas, se identifica con sus valores y reconoce que gestionará programas que lo beneficiarán.
Por lo mismo, los políticos tienen el gran reto de modificar sus estrategias de comunicación y volverse sociales en la proporción que más les convenga, de acuerdo con el perfil de la audiencia que los sigue, pero sobre todo, el perfil de la audiencia que quieren que los siga, para lograr así sus objetivos y el de los ciudadanos.
