Barcelona tiene ya «todo a punto» para acoger el Mobile World Congress (MWC), el Congreso Mundial de Móviles, que se celebrará del 25 al 28 de febrero en el recinto ferial de Gran Vía, de Barcelona y que generará un impacto económico de más de 300 millones de euros en el área metropolitana.
Por octavo año consecutivo, Barcelona será la sede del congreso de referencia sobre telefonía móvil, aunque la edición de este año coincide además con el estreno de la ciudad como capital mundial de la movilidad -Mobile World Capital-, título que ostentará hasta el año 2018.
A cinco días de que dé inicio este importante evento internacional, en el que se espera la asistencia de unos 70,000 congresistas de 200 países, Barcelona calienta motores con la organización de diversos actos vinculados al MWC y la inauguración de centros como el Mobile World Centre, la primera exposición permanente sobre soluciones móviles para acercar esta tecnología a los ciudadanos.
Barcelona se ha volcado este año más que nunca en el MWC. Además de la reciente apertura del Mobile World Centre Espacio Movistar, la ciudad ha impulsado la tecnología NFC (Near Field Communication), que permitirá a los asistentes realizar transacciones con el móvil en taxis, restaurantes, hoteles y comercios de la capital.
«Y esta apuesta es sólo el principio», dijo el director general de la Fira de Barcelona y vicepresidente de la Mobile World Capital, Agustí Cordón.
Otro de los ejes básicos sobre el que pivota el proyecto de capitalidad mundial del móvil es el Mobile World Hub, un programa de desarrollo industrial que ha de suponer la conversión de Barcelona en referente internacional en la utilización y desarrollo de tecnologías móviles.
La sede del Mobile World Hub se ubicará en el edificio Media-TIC, en el distrito tecnológico del 22@, y, según adelantó Cordón, podría estar en funcionamiento hacia el mes de junio de este año.
La capital catalana quiere aprovechar la plataforma que le brinda la capitalidad mundial del móvil para vincular la marca Barcelona a los valores empresariales y de crecimiento económico.
En este sentido, el consejero de Empresa y Ocupación, Felip Puig, ha subrayado que Barcelona no aspira a convertirse en un segundo Silicon Valley, sino en «la ciudad del desarrollo» y en un gran escaparate de la industria de la tecnología móvil y sus aplicaciones.
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, destacó que la capitalidad del móvil es «una oportunidad comparable a los Juegos Olímpicos de 1992», que servirá además como elemento de cohesión social y de convivencia ciudadana.
El MWC prevé batir en esta edición todos sus récords, aprovechando su traslado al recinto ferial de Gran Vía, donde ocupará una superficie de 94,000 metros cuadrados, un 25 % más que el pasado año.
La GSMA, la asociación mundial de la industria de la telefonía móvil organizadora del encuentro, calcula que la edición de 2013 reunirá a 70,000 participantes procedentes de las principales compañías del sector, frente a los 67,000 de 2012.
En el congreso participarán 84 empresas españolas, de las cuales 57 son catalanas.
Felip Puig remarcó que el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ocupa en Cataluña a unos 77,500 trabajadores, cifra que supone cerca del 2.7% de la población catalana ocupada.
El sector, además, mueve un volumen de negocio anual de 17,000 millones de euros, lo que evidencia, según el conseller, su «gran potencial» en la economía catalana.
EFE