El número de latinoamericanos que accederá a su banco por dispositivos móviles crecerá un 65% anual en los próximos años y alcanzará los 140 millones de personas en 2015, según un informe de Deloitte difundido por la Federación Latinoamericana de la Banca (Felaban).
El estudio indica que el concepto de «dinero móvil transformará Latinoamérica en las próximas décadas» y recuerda que en ciertas áreas rurales el acceso a los servicios bancarios tradicionales aún está limitado debido a los altos costos que supone.
De ahí que el gran aumento de usuarios de usuarios móviles de última generación con capacidad para acceder a servicios financieros represente «un gran potencial de negocio para la banca latinoamericana».
Guillermo Moreano, vicepresidente de Operaciones y Tecnología del Banco Internacional de Ecuador, explicó en un comunicado de Felaban que el contacto con los futuros clientes llegará a ser casi exclusivamente virtual en diez años en la región y augura que en ese plazo el cheque quedará como un procedimiento totalmente obsoleto.
«Se irá al pago a través del celular. Son una nueva generación, están superconectados, manejan muy poco dinero en efectivo y no conocen ni donde quedan los bancos. A partir de esa perspectiva, la banca va a cambiar», puntualizó.
Moreano será el presidente ejecutivo de la reunión sobre innovación bancaria que se celebrará en Miami el próximo septiembre bajo el auspicio de Felaban y la Asociación de Banqueros Internacionales de Florida.
El informe, que servirá de documento de trabajo en la citada reunión, refleja que por ejemplo en Estados Unidos en 2012 la penetración de la banca móvil era del 24.3%, siendo la franja de edad comprendida entre los 18 y los 39 años la más propensa a utilizar este tipo de servicios.
Actualmente Brasil, con 200 millones de conexiones móviles, seguido de México y Argentina, con 91 y 52 millones, respectivamente, son los países con mayor potencial de crecimiento, según los datos de Deloitte.
En Argentina, lidera aún el uso de servicios bancarios basados en mensajería de texto y no transaccionales, en parte debido a la falta de confianza que hay en la seguridad.
«La tecnología es un baluarte importantísimo dentro del sistema de la banca porque son las ‘maquinitas virtuales’ que permiten generar productos y canales de distribución para los clientes y, adicionalmente, permite internamente a los empleados dentro la banca una mejor eficiencia, a través de procesos y controles automatizados que garantizan la calidad», explicó Moreano.
El auge de tabletas, teléfonos inteligentes y aplicaciones creará nuevas oportunidades para las instituciones financieras que contribuyan a mejorar el servicio al cliente, reducir costos y crear nuevos productos y servicios de pago.
EFE