Los datos están en todos lados; donde quiera que se mire hay una inmensidad que están siendo manejados ya sea por negocios, industrias, gobiernos, universidades, instituciones científicas, de salud, consumidores, organizaciones sin fines de lucro, etc.
Todos estos actores gestionan una cantidad de información que, sin importar la unidad de medida, sean petabytes, exabytes, zettabytes o yottabytes, implican una gran complejidad. Esto da como resultado un enmarañado contenido de datos estructurados y no estructurados que muchas organizaciones no pueden analizar ni capitalizar correctamente para ser más competitivos, lo cual puede llegar a poner en riesgo el éxito y la continuidad de su negocio.
De acuerdo al estudio del Universo Digital realizado por IDC y patrocinado por EMC, en el 2012 se crearon y replicaron 1.8 zettabytes (que son 1.8 trillones de gigabytes). Gartner estima que para el 2013 el Big Data impulsará un gasto de TI de alrededor de 34 mil millones de dólares; para el 2014 se estima en 38 mmdd. Estas cifras reflejan la importancia de explotar dichas inimaginables cantidades de datos.
El escenario de Big Data va mucho más allá de una enorme avalancha de cantidades de datos. El Big Data no únicamente tiene que ver con volumen, tamaño o como su nombre lo indica «Grandes Datos”, también hay que considerar factores como velocidad de generación de la información, así como el número y la variedad de fuentes que producen la misma y, finalmente, la habilidad de extraer valor de dicha información, lo más importante para las empresas y organizaciones, ya que si no generan valor o inteligencia de negocio del Big Data, lo que podrían llegar a tener es un “Big Caos” de datos.
La información es poder
El viejo refrán que reza que «la información es poder», principalmente utilizado en el ambiente de los medios de comunicación, cobra gran fuerza en los entornos organizacionales globalizados y cada vez más complejos. La velocidad a la cual los negocios se mueven hoy en día, junto con la gran cantidad de datos que ha creado el mundo digitalizado, requiere de nuevos enfoques para obtener valor de los datos.
Escondidas dentro de flujos de datos estructurados y no estructurados se encuentran las respuestas a preguntas que las empresas ni siquiera se han planteado. Esta es la razón por la que las organizaciones deben encontrar nuevas formas de llegar a los datos, descubrir lo que se tiene y saber qué hacer con ellos. Los recientes avances en almacenamiento, tecnologías de redes y computación permiten aprovechar económicamente y eficientemente el Big Data y convertirlo en una poderosa fuente de ventaja competitiva.
Big Data está en todos lados
Así como pasa con algunos fenómenos naturales que suceden en todo el mundo, afectando a toda la población y sin posibilidad de esconderse o escapar de ellos, lo mismo ocurre con el Big Data, pues está presente en todos lados y día tras día va creciendo aún más.
Aunque algunos no tengan plena consciencia o conocimiento del Big Data, prácticamente todas las personas somos tocadas por grandes sistemas o aplicaciones que tienen la virtud de generar y manejar inmensas cantidades de información.
Ya sea en momentos tan cotidianos como acudir a un supermercado, ejecutar una transacción bancaria o actualizar las redes sociales, a través de nuestros dispositivos móviles vivimos día a día el Big Data.
El futuro está aquí y es para todos
Hoy en día las organizaciones están utilizando Big Data para una mejor comprensión de las cantidades masivas de datos, generados por prácticamente cualquier área, procesos y relaciones con proveedores, manufactura, logística, control de calidad, servicio al cliente, marketing, retail, entre muchos otros.
Lograr el vasto potencial de los grandes volúmenes de datos requiere un enfoque reflexivo y holístico del manejo, análisis e inteligencia de los mismos. Sin importar el sector (gobierno, salud, ciencia y telecomunicaciones, etc.), las organizaciones que aprovechen el Big Data crearán nuevas eficiencias operativas y fuentes de ingresos, logrando una ventaja competitiva y un modelo de negocio totalmente nuevo.
El mercado cuenta con soluciones como las ofrecidas por EMC, cuyas soluciones permiten hacer analíticos sobre enormes cantidades de datos no estructurados y conectarlos con los datos estructurados que maneja una organización, brindando a las empresas la flexibilidad de gestionar, analizar y extraer valor de cantidades gigantescas de información en tiempo real, con la ventaja de viabilizar este tipo de soluciones a empresas de cualquier tamaño y sector, al aprovechar el Cómputo en la Nube.
«A medida que el volumen y la complejidad de los datos sacuden a las empresas desde todos los ángulos, las organizaciones tienen dos opciones: pueden sucumbir a la parálisis por la sobrecarga de información, o pueden tomar medidas para aprovechar el enorme potencial de todos esos datos. En EMC, estamos en una posición única para ayudar a los clientes a administrar, proteger y explotar el valor de esa información, que se traduce directamente en ventajas competitivas”, comentó Arturo Benavides, director de la Unidad de Negocios de Mid Tier de Latinoamérica de EMC.