La venta de la división de teléfonos móviles de Nokia a Microsoft por 5,440 millones de euros, aprobada hoy en una junta extraordinaria de accionistas, pone fin a una era en el mercado de las telecomunicaciones, ya que supone la caída de la última gran compañía pionera del sector.
Alrededor de 5,000 accionistas de la multinacional de telecomunicaciones finlandesa Nokia asistieron a una asamblea que tuvo que celebrarse en un estadio de hockey hielo de Helsinki, en lugar de en el centro de congresos habitual, ante la masiva afluencia de socios que no quisieron perderse este histórico evento.
Después de cuatro horas y media de reunión, en la que no faltaron las críticas al anterior consejero delegado de Nokia, el canadiense Stephen Elop, a quien muchos acusan de haber trabajado en todo momento para Microsoft, el 99.5% de los accionistas dio finalmente luz verde a la transacción.
La promesa del consejero delegado en funciones, Risto Siilasmaa, de que parte de los ingresos procedentes de la venta serán repartidos entre los accionistas ayudó a los pequeños inversionistas finlandeses a pasar el amargo trago de ver desaparecer uno de sus símbolos nacionales.
La operación, anunciada el pasado 3 de septiembre, incluye la venta de todos los activos de Nokia relacionados con el diseño y fabricación de móviles básicos y dispositivos inteligentes por 3,790 millones de euros, incluidas las fábricas, los centros de I+D y el traspaso de unos 32,000 empleados.
Además, Nokia otorgará a Microsoft una licencia no exclusiva para la utilización de sus patentes de telefonía móvil durante diez años por otros 1,650 millones, con la posibilidad de extender el acuerdo de forma indefinida.
Está previsto que la transacción se formalice durante el primer trimestre de 2014 una vez que las autoridades de la competencia de la UE y Estados Unidos hayan dado su visto bueno definitivo.
De este modo, Nokia sigue los pasos de otras compañías pioneras de la telefonía móvil como Motorola, Ericsson y Siemens, que en apenas dos décadas pasaron de repartirse el mercado, junto con Nokia, a terminar engullidas por gigantes tecnológicos con más músculo financiero.
El fabricante alemán Siemens Mobile fue adquirido por la compañía taiwanesa BenQ en 2005, la sueca Ericsson vendió su negocio de móviles a la multinacional nipona Sony en 2011 y un año después el gigante de internet Google compró Motorola.
En el caso de Nokia, el trato con Microsoft es visto por muchos analistas como la mejor solución para una empresa en claro declive por la fuerte competencia del sector y por su propia incapacidad para evolucionar a la misma velocidad que el mercado.
Desde que Apple puso a la venta su primer modelo de iPhone en junio de 2007 hasta que se anunció la venta del negocio de móviles de Nokia a Microsoft, la compañía finlandesa perdió el 85% de su valor bursátil.
A raíz del anuncio, la cotización de los títulos de Nokia en la Bolsa de Helsinki se ha duplicado en sólo dos meses y medio, al pasar de 2.96 euros por acción a los 5.82 euros con los que cerró hoy la jornada bursátil.
Aunque la compañía finlandesa, antiguo líder indiscutible de la industria, no ha dejado de perder cuota de mercado en los últimos años, sigue siendo el segundo mayor fabricante de móviles del mundo, después del gigante surcoreano Samsung.
En el tercer trimestre del año, Nokia tuvo una cuota de mercado del 13.8%, muy inferior al 25.7% de Samsung, pero más del doble que su siguiente rival, la estadounidense Apple (6.7%), según datos de la consultora Gartner.
No obstante, en el segmento de los dispositivos inteligentes, el más lucrativo y de mayor crecimiento, Nokia ha pasado de fabricar uno de cada tres smartphones en 2010 a caer a la octava posición, por detrás de fabricantes como Samsung, Apple, Lenovo, LG y Huawei.
En el futuro, Nokia se dedicará exclusivamente a sus negocios más rentables actualmente: la fabricación y mantenimiento de redes de telecomunicación y el desarrollo de mapas digitales y servicios de geolocalización, a través de sus divisiones Nokia Solutions and Networks (NSN) y HERE, respectivamente.
Asimismo, un departamento denominado Tecnologías Avanzadas gestionará su extensa cartera de patentes de telefonía móvil, un negocio con el que la compañía ingresa unos 500 millones de euros anuales.
EFE