Los altos niveles de las organizaciones no se vinculan suficientemente con el conocimiento acerca de las funcionalidades, beneficios y el impacto estratégico que tienen las tecnologías de la información en la gestión directiva de sus organizaciones.
Es en estos niveles donde reside la visión estratégica y de largo plazo, así como el poder de decisión para impulsar las nuevas tecnologías que están definiendo la naturaleza y las funcionalidades de las empresas modernas.
Por ahora, los altos niveles de las organizaciones, en general, no tienen suficientes conocimientos de TI y por lo tanto no se involucran profundamente en las decisiones de adquisición de tecnologías, delegándolas a los niveles funcionales, quienes no cuentan con los apoyos requeridos para lograr la participación de la organización y el impulso requerido.
Las tecnologías rápidamente se vuelven obsoletas; particularmente en TI la acelerada innovación vuelve anacrónicas las soluciones tecnológicas así como el conocimiento asociado, con lo cual la brecha del conocimiento entre los altos ejecutivos y las nuevas tecnologías se ensancha y profundiza cada vez más. Lo mismo ocurre con los viejos modelos de negocio que cambian y evolucionan, generando así una nueva competencia tecnificada y moderna.
Sólo los altos directivos tienen una visión estratégica corporativa de sus empresas, por lo tanto sólo ellos pueden visualizar el alcance y los beneficios que aportan las nuevas tecnologías. Su rol actual está ahora más comprometido con el conocimiento y el impulso que requiere una organización moderna, eficiente y competitiva.
En todo caso, el conocimiento es el punto de partida.
Entrevista con León Joannis, miembro del Consejo Académico de IDETIC
