Cada vez son más los usuarios que hacen todo lo posible por proteger su identidad en internet, una tendencia que se contrapone a la exposición pública que las redes sociales suponen y que se ha disparado a raíz de los recientes escándalos de ciberespionaje.
Las descargas del navegador Tor, la herramienta de referencia para navegar en la red de forma anónima, se han duplicado en el último año hasta alcanzar los 150 millones al tiempo que proliferan las aplicaciones que permiten decir lo que uno piensa sin necesidad de revelar nada más.
‘La gente quiere proteger su privacidad’, aseguró Andrew Lewman, director ejecutivo de Tor Project, la organización creadora de este software que utiliza de forma constante un promedio de 2.6 millones de usuarios en todo el mundo.
‘Tor te hace anónimo por defecto. Las páginas web no saben quién eres ni dónde estás, salvo que tú les des esa información. No se trata de anonimato total, pues la estructura en red de internet hace que cualquier cosa pueda ser rastreada’, explicó Lewman.
Prueba de la solvencia de Tor Project es que, según Lewman, es objeto de ataques desde países como Estados Unidos, Rusia, Irán o China con el que los piratas informáticos buscan impedir que se utilice su tecnología o adentrarse en el sistema para descubrir quiénes son sus usuarios.
La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) y su organismo homólogo británico (GCHQ) se encuentran en esa lista de hackers citada por Lewman, cuyo poder, indicó, es tan superior técnicamente, que el ciudadano está indefenso.
Más de la mitad de los entrevistados por el Departamento de Psicología de la Universidad Carnegie Mellon para un estudio sobre el uso de internet publicado en 2013 admitieron que participaban en actividades ilegales cuando navegaban por internet de forma anónima.
Otro informe de 2012 efectuado por la Universidad de Toronto constató que más de un 30% de los niños en edad escolar en Canadá habían sufrido o cometido abusos cibernéticos.
Michael Heyward, cofundador y director ejecutivo de Whisper, aplicación que permite publicar mensajes anónimos, cree que hay razones para el optimismo, y como ejemplo, indica que la palabra ‘amor’ (en diferentes idiomas) es la más usada en Whisper.
Para usar Whisper no se requiere dar ningún dato personal, ni crear una cuenta, aunque sí registra el lugar de origen de los mensajes y permite contactar a cualquier miembro. La compañía sí supervisa sus contenidos para evitar usos maliciosos.
La plataforma es usada por soldados en Irak y Afganistán, por personas que viven en zonas de conflicto como Gaza, por quienes buscan una forma de revelar su sexualidad, y en general por cualquiera que quiera expresar sus opiniones sobre la vida.
Su editor jefe, Neetzan Zimmerman, cree que Whisper es un instrumento que podría albergar filtraciones como Wikileaks y ya tienen acuerdos para facilitar contenidos a Buzzfeed, Huffington Post y Univision, entre otros medios.
A Whisper -creada en 2012- le han seguido en 2013 aplicaciones similares como Secret o Yik Yak, mientras que en internet conviven foros anónimos como 4chan, donde se publicaron recientemente las fotografías de desnudos robadas a famosas, con nuevos servicios para envíos anónimos de correos electrónicos.
Uno de los últimos es Justleak.it., que fue lanzado en julio y suspendido tras 10 días de operación por los servidores de email que utilizaba debido al elevado volumen de tráfico (más de 66,000 correos enviados) que les hacía parecer spam.
El servicio ha vuelto a funcionar y sus creadores advierten: Si lo usas para algo ilegal daremos tu dirección IP a las autoridades.
EFE