Al vertiginoso surgimiento de innovaciones tecnológicas, con sus efectos múltiples y profundos en la gestión de TI, habrá que sumar las nuevas estrategias empresariales que demandan una mayor orientación y apoyo a las áreas comerciales y a los procesos de negocio, e incluso a la experiencia del cliente. Todo esto está colocando a la función de TI en el centro de las demandas y exigencias de servicio a lo largo de las organizaciones.
La misión y alcances de TI, que implican desde luego el buen desempeño de la operación cotidiana y sus procesos críticos, afronta ahora a la llamada Tercera Plataforma, que trae tras de sí un cambio histórico en los objetivos, estrategias y estructuras de las organizaciones.
El Cómputo en la Nube, Big Data, Analíticos, Movilidad, Social Business e Internet de Todo, configuran la Tercera Plataforma, cuyas propuestas y soluciones son de tal magnitud que el responsable de TI y las direcciones generales de las empresas no pueden pasar por alto o postergar indefinidamente, a riesgo de caer precipitadamente en la obsolescencia, la falta de competitividad y la pérdida de rentabilidad.
Pues bien, a todo este esfuerzo que implica conocer, jerarquizar y aprovechar todos estos cambios disruptivos, habrá que agregar la Piedra Angular de esta edificación: la Seguridad Informática, que habrá de garantizar el soporte, funcionalidad, continuidad y vigencia de toda la cadena de valor en las organizaciones.
La estrecha correlación entre la velocidad del cambio tecnológico y las crecientes demandas de Seguridad Informática plantea exigencias vitales para el ejercicio de la gestión de TI en materia de recursos económicos, capacidades tecnológicas y personal competente que cuente con conocimientos y habilidades en esta es especialidad.
El objetivo es anticipar y gestionar eficazmente los múltiples ataques internos y externos a los sistemas informáticos, las arquitecturas, las redes y los sistemas que permitan hacer frente a los ciberdelincuentes cada vez más preparados, documentados en intrépidos.
Los ataques informáticos se han multiplicado y son cada vez más virulentos, lo cual obliga a una permanente actualización y alertas que se vuelvan una constante, tratando de estar un paso adelante de los ataques.
Por todo esto y más, la seguridad es una exigencia que pesa sobre los hombros del responsable de TI, quien por lo tanto, demanda recursos económicos, tecnológicos y humanos en el cumplimiento de su delicada y trascendente
misión, así como el compromiso, apoyo e involucración de los altos niveles directivos en las organizaciones.
En este contexto y ante las exigencias del mercado. Grupo DICE y las principales firmas proveedoras de seguridad en nuestro país, convocan a la comunidad empresarial al Security Lab, donde de manera pragmática y vivencial se realizará el Laboratorio de Pruebas de Concepto, que permitirá visualizar e identificar los recursos tecnológicos disponibles para diseñar y construir una estrategia de Seguridad Informática.
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