El ciberataque que sufrió el Gobierno de Estados Unidos revelado en junio fue mayor de lo publicado en un primer momento y afectó información sensible de 21.5 millones de personas, informó hoy la Administración del Presidente Barack Obama.
Según el directivo de Inteligencia Nacional, James Clapper y otros legisladores, así como empresas de seguridad cibernética, consideran que detrás del ataque está el gobierno chino.
La información personal robada incluye huellas digitales y contraseñas de solicitantes de empleo que habían cumplido con los controles antecedentes del gobierno federal.
Otra información sustraída fueron los números del seguro social, resistencia e historial de educación; historial de empleo; datos de familia y de negocios ; salud; perfil e historia financiera, todo esto según la O.P.M.
Numerosos empleados manifestaron su inconformidad respecto al ocultamiento de la información sobre el alcance de los hechos y la falta de capacidad que pone en riesgo la identidad y la privacidad personal.
Se trata de uno de los ataques más dañinos jamás registrados contra la Administración estadounidense, tanto por el número de afectados como por la sensibilidad de los datos robados.
Según The Washington Post, China está construyendo ‘bases de datos masivas con la información personal de estadounidenses’, con el fin de ‘reclutar espías o lograr más información sobre un adversario’.