La realidad virtual en China ‘es el próximo gran fenómeno que se está gestando desde hace tiempo’, según Jean-Martin Lowendhal, Vicepresidente de Investigación de Gartner. ‘Si hay algún lugar en el que va a funcionar, es China, Corea y este tipo de lugares’.
En China hay el interés de los padres por intentar cualquier cosa que otorgue a sus hijos una ventaja competitiva, y por esto, tienden a ser menos exigentes sobre la privacidad.
Un ejemplo de ello sería que las lecciones cambian si el software predice que la mente de un estudiante está divagando, ya que detecta una inclinación de la cabeza hacia arriba; los instructores, incluso virtuales, pueden cambiar para adaptarse a distintas audiencias, como es el caso de hombres o mujeres, según las culturas y costumbres de la sociedad.
En el entorno de la realidad virtual, los investigadores rastrean la actividad de los alumnos, y como complemento se tienen las tablets que vienen con cámaras que se pueden utilizar para controlar visualmente a los estudiantes.
‘No sólo queremos seguir al estudiante cuando está en el aula o en su casa, queremos seguirlo cuando está en camino, cuando está en el móvil. Así podemos tener una vista de 360° de cómo aprenden los niños’, explica Simon Leung, vicepresidente de NetDragon y ex ejecutivo de Microsoft, quien agrega que ‘la tecnología podría estar lista para el 2017’.
El concepto de la enseñanza adaptativa basada en una computadora existe desde hace una década y tiene el potencial de alterar fundamentalmente el aprendizaje. Sus defensores opinan que los beneficios del uso de máquinas para escudriñar a los niños y aprender a adaptarse a sus debilidades y virtudes, serán mayores que las cuestiones de privacidad.
‘Esta tecnología es altamente revolucionaria e indispensable, porque es obvio que los actuales modelos educacionales no son escalables’, asevera Lowendhal.
En el futuro cercano no habrá suficientes maestros humanos, que podrán ser reemplazados por los avatares digitales accionados por algoritmos que pueden ser replicados en todo el planeta.
‘No hay manera de que podamos sustentar el aprendizaje sin agregar tecnologías escalables de aprendizaje’, sentencia Lowendhal.
Todas las empresas entrevistadas hicieron hincapié en que los datos sólo se recogen con el permiso explícito de los representantes legales de los niños. Pero no queda claro cómo van a hacer para que los padres dispongan de computadoras que permitan interpretar cada movimiento de sus hijos. Los beneficios de la tecnología tendrán que ser convincentes para aceptar que eventualmente pueda suplantarse a la escuela.
Los maestros digitales sólo pueden construirse mediante la alimentación de los datos de millones de equipos para luego encontrar patrones que se conviertan en acción.
Mientras que las empresas de occidente han sido cautelosas al incorporar tecnologías que se usan en los niños, las compañías chinas no lo han sido tanto, por lo que algunas de ellas se han tomado la delantera en la monetización de la tecnología a través del educación.
Chalapathy Neti, vicepresidente de innovación de la educación en el equipo de Watson de IBM, en el cual se están construyendo los perfiles de los estudiantes de todo el mundo, indica que se ha demostrado que los padres asiáticos están más dispuestos que los de occidente a que sus hijos formen parte del proyecto. El investigador predice que el impulso al aprendizaje creado por la combinación de realidad virtual y la interactividad podría ser increíble.
Con información de Bloomberg