Después de un año y medio que Uber creó el Centro de Tecnologías Avanzadas en Pittsburgh, Pennsylvania, los primeros coches autónomos del mundo ya están circulando en las calles de esa ciudad.
Si un Uber autónomo está disponible, llegará junto con un socio conductor experto para asegurar que el pasajero no tenga ningún contratiempo, y será como un viaje normal en uberX.
Los vehículos están equipados con decenas de sensores que utilizan cámaras, láser, radar y receptores GPS.
Los Uber autónomos cuentan con un conductor de seguridad en el asiento delantero porque requieren intervención humana en múltiples situaciones, incluyendo el mal clima, aclaró la compañía en un comunicado.
‘Incluso cuando estos problemas de tecnología queden resueltos, creemos que los viajes compartidos serán un mix de servicios ofrecidos por ambos, conductores y Ubers autónomos. Esto es porque los límites del software para vehículos autónomos y la demanda acelerada por un mejor transporte sólo pueden ser resueltos mediante la conducción humana’, dijo Travis Kalanick, CEO y cofundador de Uber.
Cada auto también está equipado con una tablet en el asiento trasero, diseñada para contar y explicar todo lo que ocurre. El objetivo es dejar de depender de los conductores en el coche.