Sony revisó a la baja su previsión de ganancias para el ejercicio 2016 por las pérdidas derivadas de la venta de su negocio de baterías al fabricante nipón de componentes electrónicos Murata Manufacturing.
Como resultado de la operación, cuyo acuerdo definitivo fue presentado hoy, Sony prevé una pérdida operativa de 33,000 millones de yenes (287 millones de euros) en su segmento de componentes y el pago de unos 4,500 millones de yenes (39 millones de euros) en concepto de impuestos durante el actual ejercicio.
En consecuencia, la multinacional prevé pérdidas por unos 37,500 millones de yenes (326 millones de euros) en su beneficio neto en el ejercicio que concluye el próximo marzo, por lo que revisó a la baja tanto sus expectativas de ganancia neta, como su beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) y su operativo.
Así, en el presente ejercicio, Sony prevé registrar utilidades netas de 60,000 millones de yenes (521 millones de euros), lo que supone un 25% menos que su estimación presentada en julio y lo que conllevaría una caída de más del 59% en su beneficio en comparación con lo embolsado en el ejercicio de 2015.
La compañía estima, además, un beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) de 250,000 millones de yenes (2,173 millones de euros), un 7.4% menos sobre su previsión original, y una ganancia operativa de 270,000 millones de yenes (2,347 millones de euros), un 10 por ciento menos sobre su estimación anterior.
Sony, que presentará el martes sus resultados correspondientes a la primera mitad del año fiscal japonés (abril-septiembre), decidió mantener sin cambios su previsión de facturación para 2016 en 7.4 billones de yenes (64,340 millones de euros).
EFE