Google creó la herramienta ‘Mi Actividad‘, desde donde se maneja el historial de todos sus servicios: YouTube, Mapas, Voz, etc., con el objetivo de mejorar la confianza que los usuarios tienen en la firma.
‘Hemos tenido que hacer una gran inversión, pero vale la pena porque significa ganarse la confianza de los usuarios y cuanto más gente confía, más usuarios para Google’, comenta Wieland Holfelder, jefe del equipo de ingenieros en Munich.
La firma explica que la herramienta se creó para dar respuesta toda esa gente que quería saber los datos que Google guarda sobre ellos, explica Holfelder.
El proceso resulta sencillo. El usuario debe entrar en ‘Mi cuenta’ –el espacio personal donde está el inicio de sesión y la seguridad– y elegir la opción ‘Mi Actividad’.
Se puede eliminar cada búsqueda de forma individual o por periodos de tiempo: hoy, hace una semana, un año o todo lo guardado. Con un clic puedes desaparecer todos tus datos.
‘Si lo borras, tienes que confiar que lo hemos borrado de verdad’, asegura Holfelder.
En el panorama actual es imposible no dejar rastro, no podemos evitar que se creen datos sobre nosotros y nuestros gustos, sobre las páginas o la música que buscamos, en el lugar donde estamos y nuestras preferencias. Con todo este cúmulo de información es razonable que se disponga de una opción para borrarla y aumentar su control sobre nuestros datos.
No obstante todo esto, sin seguridad es imposible que haya privacidad, sostiene Wieland Holdelfeder, jefe de productos del equipo de Identidad, Seguridad y Privacidad. Sin embargo, la contraseña más utilizada en el mundo sigue siendo 12345; esto demuestra el poco esfuerzo que los usuarios pueden hacer respecto en su seguridad. El 95% de los ciberataques pueden prevenirse con una simple configuración de la privacidad, explica Holdelfeder.
A pesar de todas estas medidas de protección, las contraseñas son la parte más débil del acceso internet, según explica el jefe de seguridad: ‘Llegará el fin de las contraseñas, pero será un proceso muy largo y difícil. Es algo que la industria tiene que adoptar en su conjunto’.
Con información de El País