Durante los próximos cinco años, el proceso de digitalización en España va a generar la demanda de 390,000 empleos directos, de los cuales 689,000 corresponden a empleos inducidos, que darán soporte a los STEM (Sience, Tecnology, Engenieering y Maths) puros; y 168,000 serán empleos indirectos.
Sin embargo, para que estos espacios de trabajo se cierren, Randstad advierte que se deben tener en cuenta aspectos como la capacidad de cubrir estos puestos con los perfiles existentes, las políticas educativas que se apliquen y el marco regulatorio del mercado laboral.
En principio, Randstad percibe un déficit de profesionales con determinados perfiles especializados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Estos serían los perfiles que las empresas van a demandar mayormente, pero que no podrán ser cubiertos completamente por la falta de candidatos, en un ámbito donde se estima una brecha entre las necesidades empresariales y la oferta en el mercado laboral que se va a ampliar en los próximos años a causa del proceso de digitalización.
En descenso demográfico entre los inscritos en carreras STEM, que ha sumado más de 65,000 profesionales, en términos relativos ha pasado a representar del 30% del total de estudiantes en un 26% durante 2016.
De seguir esta tendencia, en los próximos ejercicios los inscritos descenderán a un ritmo anual de 3% durante los próximos cinco años, pasando de 69,000 a 57,600 en 2021.
Este déficit, que amplía la brecha de España respecto al contexto europeo, sitúa al país como uno de los más amenazados por el déficit de talento proyectado a 2020 Y 2030, lo cual es un problema generalizado en Europa, con la excepción de Suecia, Gran Bretaña y Francia.
Esta situación se afronta también en países como Estados Unidos, Canadá, Japón o Corea del Sur, donde también se registra una situación similar, a diferencia de los grandes países emergentes como Brasil, Sudáfrica, india o China, donde se generan más facilidades para satisfacer los requerimientos empresariales de DTEM en las próximas décadas.
En el ámbito empresarial, la digitalización también tendrá un impacto debido a las grandes transformaciones que ocurren en el consumo y que generan adecuaciones dentro de sus propias estructuras, las cuales implican nuevos perfiles laborales.
Las especialidades más requeridas en el futuro son «knowledge workers», esto es, profesionales calificados con capacidades difícilmente replicables. Le sigue, con un 35% la demanda de personal calificado como líderes con perfiles que requieren múltiples habilidades para guiar a las empresas en materia de innovación y desarrollo. Los trabajadores técnicos, por su parte, ocuparán el 18% de puestos disponibles. Y además el 5% de las ofertas serán para operarios que se desempeñen en actividades poco calificadas. Los especialistas en oficios serán sólo el 3% y los especialistas de tarea 2%.
Con información de El Economista.