Ericsson reportó una pérdida neta de 1,134 millones de euros en el primer trimestre de 2017, en comparación con las ganancias de 219 millones de euros del año previo.
El balance de enero a marzo incluye pérdidas por activos deteriorados de 343 millones de euros, así como 177 millones de euros en gastos de reestructuración, y provisiones y ajustes por 874 millones de euros.
El resultado operativo pasó de una ganancia de 364 millones de euros a una pérdida de 1,280 millones de euros.
Las ventas netas ascendieron a 4,828 millones de euros, lo que supone una caída del 11%.
La compañía de telecomunicaciones sueca, que suma tres trimestres seguidos con números rojos, ya había anunciado a finales del mes pasado depreciaciones de activos y provisiones y que los gastos de reestructuración previstos para este año se duplicarían.
El director ejecutivo de la firma, Börje Ekholm, calificó en el balance el resultado de ‘insatisfactorio’ y resaltó que el programa de recorte de gastos no ha tenido el efecto esperado y que la compañía se centrará en los cambios estructurales anunciados hace un mes para mejorar su efectividad y su competitividad.
Ericsson ha eliminado el liderazgo dual y creado un solo equipo ejecutivo, además de reducir de diez a cinco las áreas de mercado, y a tres sus áreas de negocio, así como aumentar la partida para inversiones y recolocar recursos en áreas centrales como las de redes, servicios digitales e Internet de las cosas.
EFE
