«Revisaremos la decisión de la Comisión en detalle mientras consideramos una apelación, y esperamos continuar defendiendo nuestro caso», dijo en un breve comunicado el vicepresidente y asesor legal general de Google, Kent Walker.
Walker añadió que la empresa está «respetuosamente en desacuerdo con las conclusiones anunciadas hoy» por el Ejecutivo comunitario.
La Comisión Europea decidió multar a Google por considerar que la empresa ha abusado de su posición de dominio al dar ventajas «ilegales» a su servicio de comparación de compras, lo que «ha negado a otras empresas la oportunidad de competir sobre la base de sus méritos y la innovación», y «a los consumidores europeos, una verdadera elección de servicios», explicó el Ejecutivo.
La multinacional estadounidense defendió hoy que cuando los consumidores compran en línea, quieren encontrar los productos que buscan «rápida y fácilmente» y los anunciantes quieren a su vez «promover los mismos productos».
«Por eso Google muestra anuncios de compras, conectando a nuestros usuarios con miles de anunciantes, grandes y pequeños, en formas que sean útiles para ambos», incidió su vicepresidente.
En una entrada en su blog dedicado a la Unión Europea y titulada «La decisión de la Comisión Europea sobre las compras en línea: el otro lado de la historia», Google defiende que «miles de comerciantes europeos» utilizan sus anuncios «para competir con compañías más grandes, como Amazon o eBay».
La compañía afirma que, a la hora de explicar por qué unos comparadores tienen más éxito que otros, la Comisión debería también considerar que hay muchas web que han crecido en los últimos años, «incluyendo plataformas como Amazon e eBay».
«Con sus herramientas de comparación, opiniones, millones de minoristas y una amplia gamas de productos, Amazon es un competidor formidable y se ha convertido en la primera parada obligada para las búsquedas de productos», dice Google.
La compañía afirma que el crecimiento de Amazon hace «natural» que algunos servicios de comparación sean menos populares que otros, y asegura que ellos compiten con esta y otras plataformas de búsqueda de compras «mostrando información aún más útil».
Su «habilidad» para darle al consumidor lo que busca, dice Google, no consiste en favorecerse a sí mismo u otros vendedores, sino que es «resultado de trabajo duro e innovación constante basada en la información recibida de sus usuarios».
La CE exige ahora a la compañía poner fin a su conducta en un periodo de 90 días, o de lo contrario se enfrentará a unos pagos de penalización de hasta el 5 % de los ingresos diarios medios mundiales de la matriz de Google, Alphabet.
EFE