No sólo el diseño de los Google Glass ha cambiado, ahora el aparato es más ligero, adaptado a la cara y con una montura intercambiable.
La patilla izquierda es similar a la de cualquier anteojo, la derecha es la tecnológica, ya que integra un nuevo procesador de Intel que construyó un chip a la medida para cumplir con las exigencias de los lentes.
Dispone de una cámara que conserva la definición del modelo anterior, fotos de 5 Mpx y video a 720p. Su autonomía ha mejorado y ahora se puede cargar la batería mediante una mochila externa por medio de una conexión magnética que se esconde en la patilla.
Su sistema de sonido también evolucionado, ya no es un auricular externo ni envía vibraciones al oído como la idea anterior, sino que se escucha levemente por detrás de la oreja, sin grandes despliegues tecnológicos.
La privacidad es importante por lo que ahora con una luz se indica si se está grabando o sacando una foto en ese momento.
Como quiera que sea, la primera versión de Glass sentó las bases para evolucionar con nuevos y más avanzados modelos.
Con información de El País